Ya ha pasado antes. El imperio romano era un mundo globalizado. Tras la crisis del año 193, el año de los cinco emperadores tras el asesinato de Comodo (el de Gladiator), el que se impuso fue Septimio Severo por su política de contentar a los militares e incrementar el gasto en el ejército más allá de lo que Roma podía permitirse (¿os suena a un país cuyo gasto militar equivale al del resto del mundo?). Para sus hijos solo tuvo un consejo, mantener felices a los militares costara lo que costara. Así se inició la política de rebajar el contenido en metales preciosos de la moneda romana para incrementar la masa monetaria (¿os suena a un país que está haciendo lo mismo?). Esa política fue seguida con entusiasmo por su hijo Caracalla, que tras duplicar el sueldo de las tropas y los impuestos, rebajó el contenido en plata de la moneda del 71% al 50% introduciendo el antoniano en sustitución del denario. Sus sucesores siguieron esa política por lo que para el 258 el denario había desaparecido y el antoniano tenía solo un 20% de plata. Diez años más tarde solo tenía un 4% de plata y valía tan poco que hizo desaparecer al sextercio y al as (el dinero malo provoca la extinción del bueno, porque la gente lo acumula y lo saca de circulación).
La crisis monetaria fue una de las causas (en mi opinión la principal) de la crisis romana del siglo III, que llevó al imperio romano al borde del colapso (no cayó porque en ese momento no había quien lo sustituyese), que destrozó el comercio mundial que no se recuperó hasta 12 siglos más tarde, eliminando una de las principales fuentes de riqueza del imperio, y que hizo que las tierras y su producción fueran la principal fuente de riqueza y poder, sentando las bases del futuro feudalismo.
No hay nada nuevo bajo el sol, sino solo maneras más sofisticadas de cometer los mismos errores.
La historia del antoniano (en inglés): http://ettuantiquities.com/Philip_1/Philip1-Antoninianus.htm
El gasto militar americano: