El ciclo de cuatro años
El ciclo bursatil de cuatro años es el más fiable de todos los ciclos. Su base es la mezcla de dos ciclos diferentes:
Uno es el antiquísimo ciclo de negocios cuya duración tradicional a lo largo de la historia tiende más a aproximarse a los 3,4 años (40 meses), y que fue descrito por Joseph Kitchin en 1923. Se cree que este ciclo se basa en creación y destrucción de inventarios debido a los desfases temporales en los negocios entre la toma de decisiones y la información de los resultados de dichas decisiones. Esencialmente con la mejora de las condiciones se crea una mayor demanda y un alza de precios, lo que conlleva a una mayor producción, que termina por resultar excesiva en un periodo de unos dos años. La decisión de reducir la producción y su ejecución se producen con retraso lo que provoca un exceso de oferta y una caída de precios, y así sucesivamente.
El otro es el ciclo presidencial americano de 4 años. A diferencia de otros países, en USA no se adelantan las elecciones, sino que estas se producen en periodos fijos de 4 años. Con la creación de la Fed en 1913 se crea la posibilidad de que el poder político intervenga en las decisiones monetarias, y es a raiz de la gran depresión cuando comienza a hacerlo. La evolución de la democracia americana ha llevado a que los presidentes intenten que el fin de sus mandatos se produzca en medio de un periodo de bonanza para ser reelegidos o para que su partido mantenga el poder. Para ello estimulan monetaria y fiscalmente la economía americana durante su tercer año en el poder.
Puesto que ambos ciclos interactúan, existe una fuerza que les impulsa a coincidir, y ello ha llevado al ciclo bursátil a lo largo del siglo XX a incrementar su duración media hasta los 4 años.
Los que no entienden de ciclos, piensan que la duración es la característica definitoria, y tratan de utilizar la duración media para predecir los mercados. En realidad la duración media no es más que una media estadística dentro de una distribución que presenta una desviación típica considerable. Y si además consideramos que la política monetaria puede pasar de reforzar los ciclos a actuar contra ellos, puesto que depende de la voluntad de las personas que la dirigen, la aparición de valores extremos que desvíen la duración del ciclo es altamente posible.
Un ejemplo muy claro es el año 2006. Dado que el inicio del ciclo se había producido en 2002, todo el mundo esperaba su final para 2006. Sin embargo las condiciones para que el ciclo terminara no se dieron. Tras la crisis de las punto.com, la Fed de Greenspan bajó los tipos drásticamente y creo las condiciones para la mayor burbuja inmobiliaria que se ha conocido. Dicha burbuja alcanzó su cenit en 2005 en los USA, y en 2006 todavía estaba produciendo un flujo de capital y un consumo que disparaban las valoraciones. Los seguidores de los ciclos bursátiles buscaban un final de ciclo, y muchos apuntaron a leves caídas durante el verano de 2006, como el final del ciclo. Era desde luego lo más parecido a una caída que sucedió ese año. Siguiendo con la cuenta, estos seguidores de ciclos consideran que el siguiente ciclo terminó en la primavera del 2010 y que estamos comenzando el ciclo de 2010-2014. Aunque ello les lleve a ignorar la caída de 2008, una de las mayores de la década.
Otros seguidores de ciclos, utilizando en vez de la duración criterios basados en indicadores económicos o bursátiles, correctamente vieron que en 2006 no se estaba produciendo el fin de ciclo y se dedicaron a esperar pacientemente su llegada cuandoquiera que se produjese, advirtiendo a los inversores del peligro, porque la teoría de ciclos establece que cuando se interfiere con los ciclos, estos terminan por producirse de forma más intensa de la habitual. Y tuvieron que esperar bastante, porque los indicadores no cambiaron hasta el final de 2007.
Uno de los indicadores que ayuda a confirmar que se ha identificado correctamente el momento del ciclo es la advance/decline line (A/D line), que indica el número de stocks que han subido menos el número de stocks que han bajado.
A/D Line = (# of Advancing Stocks - # of Declining Stocks) + Yesterday's A/D Line Value
Cuando se mira la A/D line del NYSE, comparada con lo que hizo el mercado, podemos ver cómo en líneas generales y como sería lógico esperar, la A/D line forma mínimos en los cambios de ciclo, sube fuertemente durante el comienzo del ciclo y luego desciende progresivamente durante el resto del ciclo creando una divergencia con respecto al movimiento del mercado, que presagia el final del ciclo, antes de caer cuando éste llega.
Efectivamente en el 2006 no hubo final de ciclo. No se produjo un mínimo en la A/D line. Ese mínimo llegó finalmente a finales de 2008, y por ello es correcto situar el comienzo del actual ciclo de 4 años a comienzos de 2009, haciendo que el anterior ciclo de 4 años fuera el más largo de la historia, con más de seis años de duración. Una de las consecuencias de este cambio es que el ciclo presidencial y el ciclo bursátil de 4 años se han desacoplado, haciendo que las predicciones del ciclo presidencial para la bolsa no se cumplan. Llevará un tiempo de ciclos de duración irregular volver a acoplarlos. Hasta entonces los presidentes americanos tendrán el difícil trabajo de tratar de ser reelegidos en medio de caídas bursátiles.
Establecida la cuenta correcta, podemos preguntarnos por la evolución del actual ciclo de cuatro años. Como he dicho es el ciclo más importante y su importancia crece en mercados seculares bajistas como el actual. La estrategia correcta en mercados seculares bajistas no es el buy & hold, sino invertir al inicio del ciclo y desinvertir cuando se termina la fase alcista del ciclo. Algo que se ve claramente cuando se mira a ciclos pasados, pero que es sumamente complicado de hacer en el ciclo presente.
Cuando analizamos la línea A/D del presente ciclo, vemos que su fase alcista fue relativamente corta, y que desde septiembre de 2009 comenzó la tendencia bajista, marcando una divergencia con los mercados. Cada vez hay menos stocks que lo hacen bien, y más stocks que lo hacen mal, mientras el mercado sigue subiendo. Es decir, cada vez hay menos participantes en el rally. Esta es una situación muy normal que puede durar años, pero que claramente indica que cada vez el final del ciclo está más cerca, porque obviamente no es una situación sostenible. Tarde o temprano se alcanza el punto en el que el rally no se sostiene, y ese punto teóricamente es cuando se cruza el cero y el número de stocks que caen supera al de los que crecen. No es realmente así en los mercados por capitalización, pero en la práctica tampoco se desvía mucho.
Por duración (como hemos visto un criterio muy poco fiable), al presente ciclo de 4 años le quedaría hasta principios de 2013, tiempo de sobra para realizar ganancias antes de que llegue la fase bajista que cabría esperar entre finales de 2011 y mediados de 2012.
Por probabilidad, los ciclos largos tienen una probabilidad algo mayor de ser seguidos por ciclos cortos, por lo que si sucediera así cabría esperar el cambio de tendencia a mediados-finales de 2011 y el nuevo ciclo para principios-mediados de 2012.
Por temporalidad, estamos en un buen momento para que se produzca un cambio de la tendencia, en el inicio de la estación de recogida de beneficios, o como también se le llama, el efecto mayo o "sell in may".
Por análisis económico, observamos un posible cambio de tendencia de las commodities y petróleo, precediendo al fin de la política de relajación monetaria de la Fed conocida como QE2. Nos encontramos en un momento de cambio de las condiciones y por lo tanto hay que extremar las precauciones.
Aquí os pongo una previsión de cuando y dónde podría terminar el presente ciclo. No es mía. Yo no tengo una opinión muy clara al respecto.