Parece una perogrullada repetirlo, pero estamos viviendo una crisis de deuda y una crisis financiera al tiempo que continúa la implosión de la burbuja inmobiliaria. Los bancos están afectados por las tres, cargados de deuda, de activos tóxicos y de inmuebles. Si no se hubieran cambiado las normas de contabilidad estarían todos quebrados. El tiempo que se ha comprado con la nueva contabilidad y el rescate no está sirviendo para sanear el sector, porque la crisis va a más, no a menos. En este contexto cabe esperar tremendas turbulencias, valoraciones a la baja y riesgo de quiebra de buena parte del sector, que está sobredimensionado y sobre-apalancado. Los bancos grandes también se van a ver afectados, es lo que dice la experiencia. Toda la banca europea corre un serio riesgo por la exposición a la deuda soberana, y el efecto contagio será instantáneo.
En estas condiciones no entiendo que nadie pueda pensar que tiene sentido invertir en el sector. Hay una razón por la que el sector tiene la mayor volatilidad del índice. ¿Que se puede entrar y salir y hacer dinero? Pues claro, pero el riesgo de no poder salir sin serias pérdidas está presente, y cuando se materialice oiremos muchos llantos y crujir de dientes.
Yo no pienso tocar el sector hasta que todo esto se valore adecuadamente y claramente a los precios actuales no lo está. Algunas cajas valen cero, y en cuanto a los grandes, pues pienso que los precios que vimos a comienzos de 2009 no son descabellados. La alternativa es esperar a que se solucione el problema de la deuda y toque suelo el mercado inmobiliario.