Renfe ha reclamado a Talgo una indemnización de 116 millones de euros por el retraso en la entrega de los trenes de alta velocidad S016, conocidos como Avril, según han confirmado a Europa Press fuentes del sector ferroviario.
La operadora ya tendría que tener estos trenes en su cartera para poder ponerlos en servicio este verano. Sin embargo, las caídas de producción y las interferencias en la cadena de suministro con motivo del Covid-19, así como otros eventos geopolíticos, habrían impedido a Talgo entregar a tiempo el pedido.
El fabricante español de trenes también apuntó a otras causas "exógenas" a la empresa que están provocando retrasos en los procesos de pruebas y también de homologación. En cualquier caso, avanzó que estas pruebas terminarán "próximamente".
Renfe encargó en noviembre de 2016 a Talgo la fabricación de 30 trenes de alta velocidad, de los que 15 serían de ancho variable --lo que permite circular por vía convencional y estándar--, con una inversión de 786,5 millones de euros. La entrega de las primeras unidades estaba prevista para enero de 2021.
Estos trenes hubieran permitido mejorar considerablemente la oferta de Renfe en todo el ámbito AVE-Larga Distancia como, por ejemplo, los nuevos servicios entre Madrid y Santiago de Compostela, A Coruña y Vigo; mayor número de frecuencias, mayor oferta de plazas y reducción de tiempos de viaje en algunos recorridos.
Por ello, el retraso en la entrega de estos trenes ha hecho que Renfe haya tenido que redistribuir la flota existente, hasta que lleguen los nuevos que debe entregar Talgo.
En la nueva línea de alta velocidad a Galicia, inaugurada en diciembre del año pasado, se esperaba la llegada de estos trenes para este verano, lo que habría reducido los tiempos en 20 minutos una vez el tren llega a Ourense y prosigue al resto de ciudades gallegas.
En su momento, el Gobierno se enfrentó a las quejas que suscitó el diferente ancho de vía que existe hasta Ourense (estándar) y en el resto de la región (ibérico), asegurando que en verano los Avril estarían disponibles.
Estos trenes pueden circular primero en el ancho estándar hasta Ourense por la nueva vía de alta velocidad y posteriormente adaptar sus ejes sin necesidad de parar el tren para proseguir hasta Santiago, A Coruña o Vigo a velocidades por encima de los 300 kilómetros por hora.
Tras la inauguración de la línea, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ya se mostró cauta respecto al compromiso de Talgo por la evolución de las pruebas del tren, si bien prometió que haría "todo lo posible" para que en verano se pudiesen estrenar estas velocidades en Galicia