Bien dices, lo que ocurre en este país no ocurre en ningún sitio.
Ayer tarde quedamos con unmarmolista en Santa María, la Más Lejos, nos perdimos entre campos de uva del Bajo Vinalopó. Por fin llegamos, gracias o por la culpa de no hacer ni caso al GPS. Pero llegamos a la meta.
Sudando como perros.
Preguntamos por el tío y ...
¡¡Se había olvidado de la cita, no se presentó!!
Forges lo decía y yo lo digo: ¡¡País!!
Un abrazo cansadito de tanta informalidad
¡Sed muy felices!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.