No me asusto. Que te digan un día cualquiera que has estado a 15 minutos de irte para el otro barrio y que no acaba ahí la cosa, que tienes que pasar por corte y confección eléctrica y ya veremos qué pasa... En fin, te imaginas lo animados que andamos por aquí. Disimulando y poniendo cara de "de esta salimos, fijo"... Luego ya, las pesadillas nocturnas llevan al subconsciente a decir la verdad.
Mañana pasadas las 14h tengo cita con un tercer cardiólogo que tras leer todo el rollo que le envié, me llamó el viernes para adelantarme que sí, que el tema hay que hacerlo y que me vaya mentalizando, que no se puede dejar tal cuál está, porque sería "problemático".
Las noticias van a medias, si te refieres a las medallas olímpicas, pues creo que nos traemos para casa el número de la suerte. Si te refieres a las mías, regular, al final la cardióloga tuvo que reconocerme que dónde dijo 95% de éxitos, quería decir que muchas veces se entra con el cableado para constatar ((después de dar un par de chupinazos que "apenas duelen", pero para que no me despierten de la sedación, me chutarán morfina, juas, en fin...)) no se puede hacer nada... :-(((((((
Y la menda intolerante a los derivados de la morfina. Vamos, que igual tengo que aguantar las cosquillitas de quemarme el corazón por dentro, jajjaaaaa. Ya hasta me río.
Agradecemos mucho el aprecio, lo compartimos después de tantos años virtuales y también estamos unidos en la oración.
Si desde el Cielo se puede hacer algo, ten por seguro que lo haré. Pero por ahora, prefiero pensar que voy a salir de esta y que mi corazón va a seguir latiendo, por lo menos, tan "bien" como lo hace ahora... Con "marchuqui" de vaca loca.
Un abrazo fuerte igualmente, con todo el ánimo del mundo, con la esperanza puesta en lo que comentamos y con fe en que Dios aprieta pero no ahoga.
¡Sed muy felices!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.