¿Qué es y cuál es el origen del ‘Caga Tió’?
23 diciembre 2006
En Catalunya existe una antiquísima tradición que se celebra en estas fechas de Navidad, es el “Caga Tió” o “Fer Cagar el Tió” (Tió = Tizón). Consiste en un tronco al que se le han dibujado unos ojos, unas cejas, incorporando dos patas delanteras y una nariz, es coronado con la típica “Barretina” catalana y vestido con una manta para que no coja frío.
Durante los días previos al solsticio de invierno (ya que es una tradición pagana que ha acabado incorporándose a las fiestas navideñas) los más pequeños de la casa le van dando de comer, cuanto más mejor, porque así será más generoso. Normalmente los peques le dan de comer lo que ha ido sobrando de sus platos (buena excusa para dejarse algo), aunque en algunas comarcas el Tió es alimentado de restos de frutas, cáscaras, etc, aquello que no se ha comido el Tió es retirado por los padres. En sus orígenes, el día de Nochebuena, tras la cena y antes de acudir a la “Misa del Gallo” (como marcaba la tradición) la familia se colocaba alrededor del Tío y éste era golpeado por un bastón, mientras se cantaba una pegadiza canción popular. De debajo de la manta el Tió iba “cagando” pequeños regalos (normalmente dulces, barquillos –neules en Catalunya- turrón, etc) los cuales dejarían bien surtidos a los niños para todas las fiestas.
El Tió era originariamente un tronco que quemaba en la chimenea de la casa y regalaba calor, luz y, simbólicamente, todo lo necesario para la celebración (los dulces). Hoy en día este sentido es mucho más materialista. Su nombre proviene de del latín titio: ‘tizón’, ‘tea’, ‘antorcha’,’hachón’.
Cuentan que en una masía del término de Sant Quintí de Mediona (Penedès), los mozos que se calentaban en el hogar oyeron una voz que surgía de la chimenea que decía: -”¡Ay, que bajo! ¡Ay, que bajo!” y los mozos, haciéndose los valientes contestaron que bajara de una vez. Inmediatamente cae un grueso tió por la chimenea. Esto se repite cinco veces y los mozos apartan cada vez el tió caído. Al caer el último, los cinco troncos, se convierten en un hombrecito viejo con aspecto de tronco que indica al amo de la masia el lugar dónde hay un tesoro que debe entregar a una mendiga que llamará el día siguiente por la mañana. Así lo hizo y a la masia le sonrió la fortuna para siempre jamás.
Varias son las versiones que se cantan al Tió. Una de ellas dice así:
Caga tió -Caga tió-
ametlles i torró -almendras y turrón-
no caguis arangades -no cagues arengues-
que són salades -que son saladas-
caga torrons -caga turrones-
que són més bons. -que son más buenos.-
Caga tió -Caga tió-
ametlles i torró -almendras y turrón-
si no vols cagar -si no quieres cagar-
et donaré un cop de bastó -te daré un golpe de bastón-
Caga tió!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.