¡Buenos y felices días!
Voy con un retraso de tres posts, nunca pensé que iba a escribir esto pero: ¡Necesito una treeeguaaaa! jajaaaa
¿El peor caso? Sería un placer verte por aquí. Anda, déjate de disculpitas y vente. ¿Te puedes creer que con tanta crisis y tanta falta de trabajo y tanta leche en vinagreta, he lamado a una empresa de limpiezas profesionales, vinieron, me hicieron presupuesto, lo acepté y han pasado tres semanas, ya va para un mes y no me dicen ni mu de cuándo pueden venir?
Cuando colgué el teléfono, le dije a Barbudín que me parecía que no se habían esperado que aceptase el ppto. y por lo que se ve, acerté. Pero, ¿no hay tanta necesidad de trabajar? Pues en determinados gremios siguen estando muy sobraditos...
Me da la sensación por lo que me cuentas, que con el gallego ha ocurrido lo mismo o similar a lo acontecido con el euskera. En veinte años lo han modificado más que en las tres o cuatro generaciones anteriores. Mi abuelo paterno no entendía el invento del "Batua", hablaba euskera, pensaba en euskera. De hecho, cuando perdió la cabeza los últimos dos meses de su vida, solo se comunicaba en su idioma materno, el que le vio nacer y que aprendió desde la cuna.
Y puestos a comparar, también creo que con el valenciano haya pasado algo similar, ya que de un pueblo a otro, varían las formas de una manera exagerada. Es como si no hubiera orden ni concierto para hablarlo.
Sé que generaré polémica con lo que voy a exponer a continuación, pero como es lo que pienso, adelante:
Estas evoluciones lingüísticas tan rápidas, como con tanta prisa por crearse, tan forzadas por la imperiosa necesidad de encontrar la diferenciación para conseguir el objetivo de autodeterminarse, autodefinirse, lleva al idioma a no desarrollarse de una manera natural. Las lenguas tardan siglos en ir modificándose y así debe de ser, para que los distintos dialectos de una misma lengua vayan creciendo con la población que los habla y extendiéndose junto a ella, también en geografía, dónde la orografía del terreno aporta detalles, matices al idioma -véanse reductos del euskera arcaico en pueblecitos cerrados por montañas- y el carácter de la gente, sus tradiciones y costumbres, su forma de ver la vida, sus trabajos..., también van influyendo en la creación de frases hechas, de palabras nuevas, que muy poco a poco cambian los idiomas.
Pero la implantación sistemática y arbitraria de cambios "expréss" que fundamentalmente han orquestado los políticos y para no variar, en muchas ocasiones por motivos meramente económicos no hace sino ahondar en la destrucción de la base del idioma, haciendo que quienes realmente lo conocían, dominaban, usaban a diario lo acaben desconociendo. Es triste.
Se ha pretendido forzar a que todos los niños por narices hablen el idioma de su pueblo. ¿Por la fuerza tiene que entrar la cultura? Vaya, parece que quieren volver a lo de "La letra con sangre entra". Tengo serias dudas en que ésta haya sido la forma adecuada para conservar el patrimonio lingüístico cultural y la característica idiosicrasia de los pueblos de España.
Al final el idioma de tu pueblo se convierte en una asignatura más, que hay que aprobar, y que una vez aprobada, que le den, que hable en ese puñetero idioma la madre que parió a quien me obligó a estudiarla a la fuerza... (Escribo estas últimas líneas porque las he escuchado más de una vez)
Los viejos no lo entienden -¿el idioma de sus padres?- y les da rabia que lo hayan destrozado así -tendrías que haber escuchado a mi abuelo hablar del "new euskera", jajaaa. Los niños y jóvenes lo ven como una obligación. Cuando una lengua es complicada como el euskera esto se ve con mayor frecuencia, es de suponer... (Es una conjetura mía momentánea que lanzo al aire sin pudor alguno, jajaaaa).
Los padres lo ven como un gasto extra, como con lo que aprenden en el colegio no es suficiente, venga, fiesta, ahora a pagar unas clases particulares, "porque como no aprenda el euskera, encima le baja la media global, con lo bueno que es mi niño en mate, física y química, grrrr...". (También lo he escuchado)
Y años después, ponte a buscar un trabajo de lo que sea, aunque no te haga falta el idioma autonómico absolutamente nada para desempeñarlo, sin el EGA lo tienes claro.
¿Es amor a la cultura, a las raíces o más bien se trata de un amor pasional, desenfrenado y loco a la política y a todo el entramado económico que se ha forjado con los intereses creados por quienes lo estipulan? Tengo muy clara la respuesta.
Como me decía una madre hace tiempo -ella también se vio afectada laboralmente por el tema, creo que ya os lo relaté en su momento-. "Si es por amor al arte, que lo hagan opcional en la escuela y gratuito. ¿Sabes el dineral que mueve el euskera en nuestra tierra?" -me decía desesperada.
En cuanto al tercer apartado, chico, tengo que hacer posts largos porque los tuyos tienen mucha miga, así no voy a terminar de contestarte nunca, jajaaaa. Bueno, de proposición deshonesta nada, ¿no me decías que era tu trabajo desde hacía años? Si tienes cuidado, conocimiento del medio -que raro suena esto desde que se inventaron otra asignatura más-, sensatez y experiencia, ¿qué más necesitas? Tampoco nosotros te íbamos a matar, ni darte una paliza, ni romperte las piernas, como mucho te lanzaríamos a SPAU, jijiji, que es muy juguetón, ;-)
Abrazo del día después -también esto suena raro desde que se inventaron no sé qué cápsula-, jajaaaa, XDDD, XP
¡Sed felices!