Mira que el amigo Wyoming no es santo de mi devoción, pero hay que reconocer que en el dichoso programita hay veces que dan el el clavo con ingenio; otras veces el humor resulta chabacano o está desaparecido. Evidentemente se les ve la rosa a la legua, pero hay que escuchar a todos; también escucho de vez en cuando a los del toro (sí, esos que se les ve pasar la gaviota en vuelo rasante y a veces se ponen cara al sol... ¿para ponerse morenos?).
Todavía hay quien alberga dudas de que ésto no sea el negocio del siglo para unos cuantos, que no nos vaya a costar mil veces más caro a los ciudadanos, que no se apliquen estrictos criterios de rentabilidad en la atención al paciente, que no se les pague sueldos ridículos a los profesionales y se les presione para que gasten lo menos posible, que no se reduzca personal de forma drástica, que... Pero, tranquilos que la atención sanitaria va a ser igual que hasta ahora, que la sanidad va a ser pública, universal y gratuíta..., que los políticos son honestos, que los bancos nos ayudan a reactivar la economía, que las aventuras independentistas no son con fines económicos, que el saltamontes del Kilimanjaro copula sobre un iphone formateado, que Martin Luther King era blanco y vive un adosado con piscina al sur de Madriz...