La política es el arte de repartirse las ganancias. Cuando no las hay es el arte de repartirse la carroña. Llegan incluso a repartirse las ganancias futuras, para cuando las cosas vayan bien... Aunque para mi esto no es política.
Un país no se hace rico por repartirse lo que hay. Se hace rico produciendo más para tener más.
En la antigüedad hay escenarios como los de la política actual; lease la historia a partir de la época del emperador Claudio. Se verá como se repartieron el imperio romano, desde el momento de haber para todos, hasta el momento en que cada listillo se quedó con su trocito de imperio (el feudo).
En España, vivimos del turismo y de las multinacionales extranjeras. Los políticos viven de la gestión de las empresas que dan servicio a estas multinacionales, ocio al turismo, construcción de viviendas, de quedarse con las ganancias de pequeños negocios de particulares a través de préstamos bancarios y de aproximadamente el 50% del sueldo de todos los trabajadores a través de los impuestos.
Se reparten todo esto peleándose por una zona de actuación. Unos controlando los bancos y decidiendo quien tiene financiación y quien no, que empresa sobrevive y cual muere. Otros impulsando las lenguas de las comunidades autónomas para garantizarse empleo público al que solo se puede acceder hablando dicha lengua, o dedicándose a la enseñanza de la misma. Creando una legislación propia de la comunidad. etc, etc...
Mientras los políticos españoles se aíslan en sus feudos, los políticos ingleses y estadounidenses centran sus esfuerzos en la expansión comercial de sus empresas a nivel mundial. Es instructivos ver el programa "Cómo se hace" (How its made) de la cadena Xplore, para ver faraónicas fábricas de golosinas, de espaguetis, confitería... Que exportan a todo el mundo. Fábricas automatizadas que fabrican miles de productos por día, y que vendiendo los chicles a 20 céntimos la ganancia es del 70%.
Ya lo decía Say el economista, cuando los ingleses convencieron a los franceses para poder vender cuchillos, cubiertos y platos en Francia. A cambio, Francia podría vender artículos de lujo en Inglaterra. Unos se hincharon a vender tenedores y los otros solo pudieron vender un par de relojes.
Estados Unidos es un inmenso mercado en el que se fabrican e intercambian millones de productos; hay de todo para todos. Ellos van camino del mercado global y los españoles del mercado feudal.