El mercado no crea nada, y mucho menos puestos de trabajo.
El mercado simplemente asigna de manera altamente eficiente recursos pre-existentes a necesidades pre-existentes, casa ofertas y demandas a un determinado precio, y destruye alegre y periodicamente a sus partícipes.
Nadie que tenga algún poder e influencia, acepta someterse alegremente a un "mercado", ya que aunque la felicidad de la ganancia puede ser embriagante, la destrucción en uno u otro momento es segura. De ahí que ya casi no existan empresarios, sino solo grandísimas empresas que pueden dictar sus condiciones de persistencia vía legislación de los Estados, y garantizarse su durabilidad a lo largo del tiempo, manteniendo una tasa de ganancia "razonable".
Actualmente el mercado del trabajo en España está en declive acelerado por inexistencia de demanda suficiente y capaz. NO hay demanda, ya que si bien hay muchas necesidades, no hay capacidad de adquirir (comprar) aquello que las satisfaría.
Y la demanda del extranjero es una falacia, y algo marginal, ya que existe una altísima competencia que ya copa actualmente ese nicho.
Si lográsemos instaurar unos salarios en España equivalentes a los de un trabajador industrial chino (300 €/mes por 50-60 hs semanales), solo habríamos conseguido ser equivalentes en coste unitario. Además de eso, habría que lograr sacarle el cliente a la industria china, y garantizar al cliente unas capacidades de producción equivalentes, o incluso superiores a las que ya les ofrecía su proveedor chino.
No sirve absolutamente de nada ser capaces de ofrecer un iphone al mismo precio que una industria china por tener salarios como los chinos, si no somos capaces a su vez de ofrecer la fabricación de 10.000.000 de ud. en un breve plazo de tiempo.
Así que o creamos, previo al mercado, la demanda, y entonces el mercado podrá casar esa demanda con la oferta (abundante, variopinta y barata), o no hay nada que hacer.
Y la demanda, en términos de personas dotadas de poder adquisitivo, solo se puede lograr o subsidiando o nominando (darles una nómina) a las personas.
la plus belle des ruses du Diable est de vous persuader qu'il n'existe pas!