Te considero un tipo inteligente. Por eso no deja de sorprenderme tu exabrupto, pese a que es posible que no sea el primero en el mismo sentido. Habrá sido fruto de un mal encuentro en un mal día y de un exceso de cegadora pasión incontrolada.
Las empresas tienen por objetivo maximizar el beneficio, y para ello juegan las cartas que se les permite jugar. Cierto es que no todo debería valer y que la ética no tendría que dejarse aparcada, centrándose solamente en la obtención del beneficio y pasando por alto determinadas cosas. Ya nos gustaría a todos o a casi todos.
Las empresas españolas han llegado a Chile, no acompañadas por Pizarro abriéndoles el camino a golpe de acero toledano, sino porque alguno de los vuestros con poder político suficiente les ha abierto la puerta y les ha invitado a entrar. Así, del mismo modo que se les ha invitado a entrar se les puede invitar a salir. Faltaría más. Se negocia y se acuerda la pertinente compensación, con la mediación de un tercero si es preciso, se cumple y fin de la historia. Hasta el malvado y perverso, para muchos, Hugo Chávez, incluso en determinados aspectos para mí, fue capaz de llegar a un acuerdo con el Banco Santander para que éste abandonara el país y lo hizo sin ninguna objeción. Y ninguna de las partes se quejó del acuerdo alcanzado. Otros han preferido elegir otro camino. Allá cada cual. En esta vida todo lo que uno hace: lo bueno y lo malo se apunta y si llega la oportunidad se cobra y si alguien quiere perdonar la deuda pues allá él.
Y sigamos siendo serios: ¿Si en lugar de ser empresas españolas fueran de América del Norte, Japón o la Conchinchina, o incluso si el amo del Santander, también conocido por aquí como Satán o Stafander, en lugar de ser de la costa cantábrica, fuera nacido en Viña del Mar crees que cambiaría algo? ¿De dónde eran los patronos de aquellos mineros tan famosos no hace mucho tiempo y cuáles sus condiciones laborales?
Pienso que los árboles no te están dejando ver el bosque o que no quieres verlo y que no es mala recomendación mantener vigiladas a las empresas, tanto si son españolas como si no y siempre sin dejar de tener presente lo que se hace y lo que se permite hacer desde el Palacio de la Moneda y por qué es así en lugar de ser de otro modo.
Tampoco debes dejar de tener en consideración la posibilidad de poder aplicar a toda aquella empresa que no sea de tu agrado el mejor castigo que se le puede imponer. Cerrarle el grifo de tu dinero. Si tú y el resto de chilenos lo hacéis no os hará falta echarla. Será irá ella sola y sin derecho a compensación. Yo tengo a unas cuantas empresas españolas y no españolas en mi lista negra y ese es el tratamiento que les aplico.