"Piden investigar a Rato, Blesa y otros 84 exdirectivos de Caja Madrid por fraude al usar tarjetas"

Los millonarios gastos personales hechos por 86 exdirectivos de la antigua Caja Madrid y después Bankia durante más de diez años y con tarjetas de crédito opacas han derivado en un escándalo social, las primeras dimisiones y ahora también en las primeras medidas desde el Gobierno. Aquí va resumidamente en preguntas clave, los puntos fundamentales para entender la polémica derivada del uso de estas tarjetas opacas.

¿Cuándo empieza la caja a usar estas tarjetas en «B»?

La auditoría interna de BFA-Bankia tiene constancia de pagos con dos tipos de tarjetas «opacas» («Business Oro EMV» y «Business Plata EMV») entre 2003 y 2012. Sin embargo, algunos exdirectivos de Caja Madrid desvelaron ayer que ese sistema se implantó en 1988, bajo la presidencia de Jaime Terceiro.

¿Quién se encargaba de su emisión y gestión?

Al menos desde 2003 fue Ildefonso Sánchez-Barcoj, «número dos» de Miguel Blesa en la caja, el que se encargaba de gestionarlas. Lo hacía a través de sus secretarias, que enviaban las órdenes de emisión de nuevos plásticos, fijación de nuevos límites o cancelación al departamento de tarjetas.

¿Ningún directivo puso objeciones a su uso?

De los 86 exdirectivos de los que se tiene constancia que disponían de tarjeta, tres de ellos no la llegaron a usar nunca. Se trata de Félix Manuel Sánchez, Íñigo María Aldaz y Esteban Tejera. Para las autoridades, esto evidencia que sí había consejeros y ejecutivos conscientes de que emplear esas tarjetas era irregular o al menos indebido.

¿Quién empieza a investigar su uso?

Tras el rescate de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri asumió la presidencia de la entidad con el encargo de sanearla y reflotar su negocio. Como parte de esa tarea, ordenó a su equipo levantar las alfombras en busca de operaciones dudosas. De esa forma llegan al departamento de auditoría interna de la entidad indicios de que altos cargos hacían cargos sospechosos a las cuentas del grupo. De hecho, los exdirectivos cuentan ahora que el uso de estas tarjetas era vox pópuli.

¿Cómo reacciona Bankia ante el caso?

Tras encontrar esos cargos sin justificar, Bankia solicita a los cuatro exdirectivos (Rato, Barcoj, Norniella y Amat) que usaron esas tarjetas en la etapa de BFA-Bankia que expliquen esos gastos. Ante la imposibilidad de hacerlo, devuelven ese dinero. Eso lleva a la entidad a confirmar que se trata de movimientos «opacos» y, tras solicitar un informe jurídico a la firma de abogados Herbert Smith Freehills, da cuenta al FROB. El órgano público de rescate bancario ve también posibles irregularidades y traslada el caso a la Fiscalía, que ha pedido al juez investigarlo.

¿Pero lo malo qué es, lo que le llamó a Aznar o lo otro?

tu que crees?

Para mí lo otro, pero no estoy nada seguro de lo que sea para determinados foreros que creen que el mayor pecado de Pujol no es ser un corrupto, sino ser catalán.

estoy convencido que nadie ve en pujol que su mayor pecado sea ser catalan, sinceramente creo que lo importante son las personas no de donde son o que ideologia tienen

No lo digas muy alto que te puedo poner ejemplos, y sin salir de este foro.

http://www.elmundo.es/grafico/espana/2014/10/01/542be9a3e2704eb3458b4575.html

personas con nombre y apellidos de mi partido sabían que cobrábamos parte con estas tarjetas, no lo quiero decir, no quiero más problemas». Esta misma frase es pronunciada casi milimétricamente idéntica estos días por distintos miembros de los órganos de gobierno de Caja Madrid del Partido Popular, PSOE o Izquierda Unida. Se desahogan en privado ante sus allegados, pero, de momento, se comen ellos solos el marrón y se muerden la lengua cuando escuchan al presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, al líder del PSOE, Pedro Sánchez o al portavoz económico de IU, Alberto Garzón, echar pestes contra ellos. El más atrevido hasta ahora -y dentro de un orden- ha sido el ex director general madrileño de Economía, Pablo Abejas, que declaró el jueves a este diario que «todo el mundo sabía lo de las tarjetas desde 1987». Abejas es un veterano miembro del PP de Madrid y considerado de la máxima confianza de González desde hace 10 años. «Nacho se ha portado muy mal con Pablo destituyéndole sin dejarle siquiera la oportunidad de dimitir», asegura otro ex dirigente de Caja Madrid a propuesta del PP.

«No ya Nacho, sino Esperanza y toda la cúpula sabíamos cómo se cobraba en Caja Madrid. Se repartían los puestos en la entidad financiera para premiar a la gente y, por supuesto, se sabía que iban a ganar más de 1.000 euros por dietas de asistencia más 25.000 o 50.000 euros anuales con las tarjetas de crédito de gastos sin justificar», asegura un ex dirigente del PP madrileño. Otro veterano popular bromea con que uno de los miembros de la Comisión de Control que tuvo tarjeta en los 90 y que no ha aflorado ahora, Gerardo Lorenzo, debió invitar más de una vez a su íntimo amigo entonces Mariano Rajoy con la tarjeta descontrolada de Caja Madrid.

También en el PSOE se da por seguro que cuando José Blanco planteó colocar a su amigo Ignacio Varela en vez de a Virgilo Zapatero en el consejo de administración de la caja, sabía muy bien lo que se ganaba ahí y más aún la dirección del PSM. En cuanto a IU era conocido en las agrupaciones que, si aparecían los suyos de Caja Madrid, pagaban ellos con su tarjeta.

Ignacio González negó el pasado viernes tener conocimiento del uso de tarjetas y dio ejemplo siendo el primero en forzar destituciones. Compitió así con Pedro Sánchez en a ver quién era más duro con sus militantes. Garzón, por su parte, presumió de que IU se había querellado ya meses atrás contra la cúpula de Bankia, incluido Moral Santín.

Pese a todo este rasgamiento de vestiduras, parece imposible que los representantes de los partidos y sindicatos en las cajas -la mayoría nombrados por ser fieles peones- se lucraran a escondidas del aparato que los nombró. El ya ex secretario general de UGT de Madrid, José Ricardo Martínez, aseguró a este diario en 2012 que todo lo que ganaba iba a su sindicato. ¿También los 44.200 euros de su tarjeta?

Lo que no se ve es ambiente de devolución. «No quiero devolver el dinero, no he hecho nada malo, pero tampoco voy a enfrentarme a los míos, soy leal», coinciden también en similar frase varios implicados consultados. Nadie mejor que los apparatchik saben lo que es enfrentarse al aparato. Si se portan bien con los suyos y hacen declaraciones voluntarias a Hacienda, podrán quizá salir indemnes e incluso ser recolocados discretamente en algún sitio cuando pase la tormenta. El asesor jurídico de Bankia, Herbert Smith Freehills, no ve recorrido penal en un informe buenista del que discrepa el Frob. Este organismo, dependiente de Luis de Guindos, ha sido el que ha soltado la bomba de ir la Fiscalía contra todos sin discriminar si hubo gastos justificados o no en el uso de las tarjetas. Lo peor no son los peones sino ver a ejecutivos como Rato y, sobre todo, Blesa, complementando sus ya casi 3 millones de euros anuales con 'tarjetas B' contabilizados en una cuenta disfrazada. No obstante, en el equipo de Rato y entre miembros de la vieja guardia del PP hay enfado con Guindos por llevar el tema a la Justicia cuando el ex ministro y sus principales ejecutivos habían devuelto ya discretamente el dinero el pasado julio. Pero lo importante es esclarecer los hechos. Si se aprieta a todos los investigados y tiran de la manta se conocerá por fin no sólo lo suyo sino el mayor escándalo: cómo se financiaban a través de la caja sus propias instituciones o empresas afines. El trato a las fundaciones de los partidos o los créditos a amigos de dirigentes políticos no han aflorado aún del todo y eso es caza mayor