La economía española se desacelerará en el tercer trimestre de este año, con un crecimiento del PIB del 0,8% en este periodo, por debajo del 1% previsto para el segundo trimestre, según las previsiones recogidas en el 'Observatorio Económico' de BBVA, que no obstante mantiene que el PIB podría crecer «ligeramente» por encima del 3% en el conjunto del año.
Según la entidad bancaria, el repunte de la actividad al cierre del primer semestre podría dar paso a una «ligera desaceleración» en la recta final del año.
BBVA destaca que la recuperación de la economía española se acentuó durante el primer semestre de 2015 debido a factores tanto externos como internos, por lo que estima que el PIB habría crecido un 1% en el segundo trimestre respecto al periodo enero-marzo y podría haber alcanzando su «velocidad punta» en este periodo.
Aunque el crecimiento estimado del 1% está una décima por debajo de lo que había estimado BBVA hace un mes, este incremento está por encima del promedio de la fase expansiva del ciclo precedente, situado en un aumento del 0,9%.
Entre los determinantes externos que favorecieron el crecimiento durante el primer semestre destacan, según la entidad bancaria, lacontención del precio del petróleo, la mejora de la demanda europea y el tono más expansivo de la política monetaria del BCE. En el ámbito doméstico, resalta la reducción de la incertidumbre, la corrección de algunos desequilibrios como el inmobiliario y las reformas acometidas durante los últimos años.
Todo ello, añade, ha favorecido la mejora del mercado laboral y de la confianza, lo que a su vez ha mejorado las decisiones de consumo e inversión de los hogares y empresas. Además, afirma que la política fiscal ha dejado de ser contractiva, lo que se manifestado no sólo en la reducción de la imposición directa (IRPF e Impuesto de Sociedades) sino también en el avance de la demanda pública.
De cara al futuro, BBVA estima que persisten frentes abiertos cuya «pronta resolución» es crucial para evitar escenarios en los que la recuperación se vea lastrada por la incertidumbre. En Europa, señala que la principal preocupación a corto plazo se concentra en las negociaciones entre Grecia y las instituciones.
Pide evitar escenarios de riesgo
Por otro lado, apunta que el calendario electoral sigue condicionando el devenir de, al menos, cuatro países europeos. Así, afirma que las políticas que lleven a cabo los nuevos gobiernos serán fundamentales para «evitar escenarios de riesgo» en los que el crecimiento se «resienta por el deterioro de la confianza y el aumento de las tensiones financieras».
De cara al segundo trimestre, BBVA indica que la composición del crecimiento podría haber sido «algo más equilibrada» que en el arranque del año, y señala que las exportaciones podrían haber crecido de forma generalizada en contraste con lo sucedido en el primer trimestre, con lo que se confirmaría el «carácter transitorio» de la «atonía observada» en el sector exterior entre el cuarto trimestre de 2014 y el primero de 2015.
Por el lado de la demanda interna, indica que se observa un crecimiento todavía «robusto» al cierre del primer semestre, apoyado en las políticas fiscal y monetaria, la reducción de la factura energética y la menor incertidumbre laboral. Según BBVA, el consumo de los hogares y la inversión en maquinariay equipo podrían seguir liderando la recuperación en el corto plazo, con tasa de crecimiento cercanas a las observadas en los últimos seis meses (+0,8% y +1,6% de promedio, respectivamente).
De la misma manera, apunta que los fundamentos de la inversión residencial sugieren que el trimestre pasado se cerró con un crecimiento positivo, aunque nuevamente moderado y desde un nivel históricamente bajo.
Política fiscal ligeramente expansiva
Por el lado de la demanda pública, BBVA destaca que los datos del primer semestre confirman una evolución al alza en un contexto ligeramente expansivo de la política fiscal. Así, afirma que el ajuste del déficit público ha descansado en la mejora cíclica de los ingresos y de algunas partidas de gasto, como las prestaciones por desempleo y la reducción de la carga de intereses, si bien asegura que resulta «modesto» en comparación con los objetivos presupuestarios.
En cuanto a la evolución del mercado de trabajo, indica que los registros de empleo «sorprendieron negativamente en junio», pero sin embargo afirma que ello no ensombreció el saldo positivo del trimestre. Según las estimaciones de BBVA, el número de afiliados a la Seguridad Social creció un 1% en el segundo trimestre, lo que supone una décima más que en el periodo anterior, mientras que la contratación repuntó entre abril y junio un 1,8%.
Por último, sobre la evolución de la inflación, la entidad bancaria pronostica que la vuelta a registros positivos de la inflación en junio se seguirá produciendo en los próximos meses en un entorno de recuperación de la competitividad-precio de la economía española, en el que el diferencial de inflación respecto a la zona euro se mantiene favorable a España.