El próximo 30 de octubre, el Instituto Nacional de Estadística (INE) dará a conocer el avance de la variación del PIB del tercer trimestre del año. A finales del mes pasado, el Banco de España realizó su primera estimación sobre la base de los datos ya contrastados de julio y agosto y de los indicadores adelantados. Sus cálculos apuntan a un crecimiento en tasa intertrimestral del 0,8%, un nivel inferior al de los dos trimestres precedentes que, sin embargo, elevarían el crecimiento interanual hasta el 3,4%. Si este dato se confirma, España habrá recuperado en dos años de crecimiento continuado del PIB cerca del 85% de la pérdida acumulada entre 2008 y 2013.
Porque no se puede olvidar que aunque la crisis saltó a las primeras páginas de los medios internacionales en el verano de 2007, en ese año la economía española creció una media del 3,8%, aunque al siguiente se desinflara (+0,9) con los efectos de la nacionalización del banco británico Northern Rock (febrero) y la quiebra de Lehman Brothers (septiembre), que desencadenó el mayor terremoto económico desde la gran recesión.
La economía española ha cumplido ya dos años (ocho trimestres) de crecimiento continuado, desde que en el verano de 2013 volviera a terreno positivo al anotarse una subida del PIB del 0,1% en relación con el segundo trimestre. La estimación realizada por el Banco de España viene a confirmar que la fase de expansión se prolonga, aunque a un ritmo más atenuado que en los primeros seis meses del año. «Este avance de actividad se estaría apoyando en la fortaleza de la demanda interna privada, mientras que la demanda exterior neta mantendría una contribución negativa al PIB», asegura el boletín económico de la institución de septiembre.
A partir de 2007, la actividad de la economía española ha combinado períodos de alto crecimiento con baches más o menos pronunciados. Desde su más conocida crisis, la de 1993, año en el que el PIB cayó un 1%, se han encadenado 15 años de crecimiento consecutivo de la riqueza nacional. Desde el 1,1% del año 2008 hasta el 5,3% del año 2.000. La caída de Lehman Brothers quiebra esa racha y la crisis se instala en España durante seis trimestres consecutivos, que van desde el cuarto de 2008 hasta el primero de 2010, ambos inclusive. Un paréntesis de siete meses devuelve a la economía al crecimiento. Son los años 2010 y 2011, cuando la realidad de los datos durante los últimos gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero oculta la auténtica dimensión del problema. La mala racha dura otros seis trimestres.
De acuerdo con los datos de los crecimientos interanuales registrados al término de cada tercer trimestre que publica periódicamente el INE, y tomando como base 100 el PIB de septiembre de 2008, la economía española cayó 5,64 puntos porcentuales, hasta la primera mitad de 2013.
Nueve trimestres en alza
Desde esa fecha y dando por buena la estimación realizada para el tercer trimestre de este año por el Banco de España, ha recuperado 4,77 puntos en los nueve trimestres que lleva de crecimiento, lo que equivale a hablar de que el 84,5% del camino para ganar el terreno perdido está ya completado. Si se cumplen los objetivos de crecimiento fijados por el Gobierno para 2016 (3%) o por el FMI (2,5%) se habrá recuperado todo el terreno perdido en la crisis.
Otra cosa es el valor a precio de mercado del PIB. En 2008, la riqueza nacional se cifró según los Presupuestos Generales en 1,099 billones de euros. Según el libro amarillo de los PGE de 2016, el PIB de este año tendrá un valor de 1,098 billones de euros, una cifra casi idéntica con la salvedad de que está medida en euros corrientes, de cada año, que tienen en cuenta la variación de los precios. Entre el tercer trimestre de 2008 y el tercer trimestre de 2015, el IPC ha aumentado un 7,1%, de acuerdo con las cifras del INE.
En lo que el Gobierno no puede estar satisfecho es en la traslación del crecimiento económico a la creación de empleo. A pesar de que en los dos últimos años se habrán creado un millón de puestos de trabajo, Mariano Rajoy ha señalado en más de una ocasión que no habrá recuperación plena hasta que se alcancen los niveles de empleo previos a la crisis, lo que, en su opinión, puede producirse a finales de la próxima legislatura (2019) siempre que el vencedor de las próximas generales sea el PP y mantenga el rumbo de la política económica y las reformas.
En la última actualización del Programa de estabilidad 2015-2018, enviado a Bruselas en abril pasado, el Gobierno estima un crecimiento de la economía del 3,0% para los años 2017 y 2018, en línea con el potencial teórico del país. Estas cifras permitirán mantener un diferencial importante en relación con la media de la eurozona. En lo que al empleo se refiere, Luis de Guindos adelantó en su momento que la creación de 2,1 millones de puestos de trabajo hasta 2018 permitirá un nivel próximo a los 20 millones de ocupados. Será entonces cuando para Economía se haya dejado atrás «la crisis más larga, más intensa y más profunda» de su historia moderna.