El ministro de Economía, Luis de Guindos, prevé que la economía española crezca entre julio y septiembre a un ritmo similar al de los dos trimestres anteriores, cuando lo hizo al 0,9 % del PIB en el primero y al 1 % en el segundo.
En una entrevista con Efe, De Guindos asegura que los indicadores adelantados muestran que el crecimiento en el tercer trimestre va a estar en un entorno "muy parecido" al de los dos anteriores.
El ministro basa su cálculo en datos como que el año turístico es muy bueno, que el consumo continúa "tirando" y que la recaudación tributaria va a seguir creciendo a ritmos "relativamente importantes".
A su juicio, aunque siempre hay incertidumbres, como las próximas elecciones generales, los fundamentos de la economía española para los próximos "tres, cuatro o cinco años" son ya "completamente diferentes", si se compara con la situación que había en 2012.
A este respecto, recalca que España ya ha recuperado toda la competitividad que había perdido desde que se incorporó al euro, que el sistema bancario está mucho más saneado, que el déficit público es menos de la mitad que en 2011 y que el sector inmobiliario ya se ha ajustado. Por ello, sostiene que en los próximos "dos o tres años" España está en condiciones de salir "completamente" de la crisis.
De Guindos indica que España ha hecho un esfuerzo de saneamiento financiero, de reforma en el mercado laboral y de liberalización en los mercados de bienes y servicios que "no tiene parangón" en la historia reciente.
En este sentido, incide en que quien quiera limitar los méritos de esta transformación no es "honesto" con el esfuerzo que ha llevado a cabo la sociedad española.
"En 2012, España era como Grecia"
El ministro recuerda que España era como Grecia en 2012, "el gran quebradero de cabeza y el gran problema de la unión monetaria". Asimismo, señala que el momento más difícil, con España "al borde del colapso", fue en verano de 2012, año en el que se necesitaban en torno a 240.000 millones que tenían que prestar los mercados y que estuvieron "a punto de secarse del todo".
A este respecto, reconoce que cuando este trance se superó esperaba que la economía empezara a crecer, pero que nunca pensó que podría hacerlo a casi el 4 %, como actualmente.
Sobre la posible influencia de la situación de China en la economía española, afirma que la mayor flexibilidad y el menor intervencionismo acabarán siendo positivos para China y para el resto de la economía mundial.
El ministro piensa que los cambios y transformaciones son siempre difíciles, sobre todo en economías tan grandes, ya que traen volatilidad a los mercados e incertidumbres. En cualquier caso, se muestra convencido de que, cuando se vaya asentando, se verá que la aportación de China al crecimiento del mundo "es mucho más sostenible y perdurable".
En cuanto a Grecia, recalca que hay que tener cuidado con los "cantos de sirena del populismo", que acaban generando frustración y un coste importante en términos de crecimiento o de prosperidad que a quien más afecta es a la población más vulnerable.
En el aspecto laboral, De Guindos considera que los datos de empleo muestran que la reforma que hizo el Gobierno es la adecuada y da sus frutos, y añade que la contribución de la construcción a la actividad económica ya no será como en el pasado, cuando fue "la fuente fundamental de crecimiento".
En su opinión, lo que hay que hacer es dotar de nuevas habilidades a esa bolsa de desempleo del sector de la construcción, porque la situación de los parados de larga duración "es la principal lacra". También señala que la contratación indefinida está funcionando, en parte gracias a los incentivos que se han impulsado desde el Gobierno.