La solidez de la demanda interna, la creación sostenida de empleo y la buena evolución de las exportaciones ha llevado a analistas privados, entidades públicas y organismos internacionales a ir elevando progresivamente sus previsiones de crecimiento para la economía española en 2017.
Hace un año los expertos auguraban un frenazo del PIB de hasta casi un punto en el contexto de la victoria del "brexit" en el Reino Unido y con el Gobierno español en situación de interinidad ante las dificultades para formar un nuevo Ejecutivo.
Sin embargo, el dinamismo del consumo privado, la inversión y el empleo, unido a un sector exterior que mantiene su contribución positiva al PIB, ha contribuido a mejorar unas previsiones que en algunos casos auguran que el crecimiento económico de este año supere al de 2016, que fue del 3,2%.
También se preveía que en 2017 amainaran los vientos de cola que favorecieron el crecimiento en ejercicios anteriores y, sin embargo, se mantienen los bajos tipos de interés y el precio del petróleo está contenido, aunque menos barato.
El Gobierno, que en julio elevó su previsión de crecimiento al 3%, ya ha avanzado que la volverá a subir este mes en la actualización del cuadro macroeconómico que acompañará a los Presupuestos de 2018, tras crecer el PIB un 0,9% en el segundo trimestre, una décima más que en el trimestre precedente.
En junio el Banco de España revisó la suya hasta el 3,1% a la vista de las mejores perspectivas de crecimiento mundial y de la persistencia de unas condiciones financieras favorables, si bien la entidad apuntaba a una progresiva desaceleración a partir de 2018 por una menor vitalidad del consumo achacable a una inflación más alta y a la ausencia de rebajas impositivas.
Entre las previsiones más altas de los analistas privados están las de BBVA Research, Bankia y el Instituto de Estudios Económicos (IEE), que esperan que el crecimiento de este año llegue al 3,3%, una décima por encima de lo que pronostican Analistas Financieros Internacionales (AFI), Funcas y la CEOE.
BBVA Research añade como factor para la mejora de sus previsiones la recuperación del mercado inmobiliario, detonante de la crisis y protagonista del mayor ajuste en la última década, sin que ello suponga volver a los desequilibrios del pasado.
De los organismos internacionales, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha sido el último en subir su estimación de crecimiento, hasta el 3,1%, aunque advierte de que será difícil de mantener a medio plazo un avance anual del PIB superior al 3% y recuerda que la mayor vulnerabilidad de la economía española está en su elevada deuda pública y en la todavía alta tasa de paro.
Asimismo ha elevado al 3,1% su previsión la agencia de calificación de riesgo Fitch, que en julio mejoró la perspectiva de España por la solidez de la recuperación y la creación de empleo, así como por los progresos en la reducción de los desequilibrios macroeconómicos que aún afronta el país.