-Si para determinados sectores que incluso se han llegado a beneficiar de la crisis (a costa de muchos otros). Si para los más ricos, grandes empresas, etc. De ahí que parámetros que miden la riqueza del país estén mejorando aunque no nos beneficiemos todos.
Hay montón de gente que se está haciendo de oro gracias a la crisis.
Pero mucha de la culpa la tiene precisamente parte de esa gente a la que están explotando.
Tengo más de un conocido que tenían (en casa) un negocio familiar y cuando se jubiló el padre echaron el cierre.
Esos negocios no eran un chollo, pero si garantizaban una independencia y soberanía laboral y económica.
Pero como era más comodo ser abrero que amo, cerraron los negocios.
Mi abuelo decía que era mejor ser un mal amo que un buen obrero.
Durante los años del boom (vacas gordas) era justo al revés; era mejor ser un mal obrero que un buen amo.
De aquellos polvos estos lodos.
Lo más curioso de todo ello es que ahora ya no hay marcha atrás y los que un días eran independientes economica y laboralmente, ahora son pseudo-esclavos de las élites.
Y que nadie se rasgue las vestiduras al leer esto.
En los años precedentes a la guerra civil la situación (salvando las distancias) era similar.
Otro factor a tener en cuenta es el aumento de la población de las ciudades y el despoblamiento de las zonas rurales.
Conozco a más de uno que podía estar viviendo en el pueblo (pueblos a 15 minutos de una ciudad de 80.000 habitantes) como un rey.
Como se puso de moda comprar piso en la ciudad, no dudo en hacerlo.
Ahora entre pagar comunidad de vecinos, administrador, ascensor y demás; no llega a final de mes.
Lo que no puede ser es que mucha de esa gente que no llega a final de mes esté pagando porque le limpien el portal.
No tengo para comer y calentarme y pago por la limpieza del portal.
El mundo al revés señores.
Y si el sistema funciona así es porque le interesa a papa estado y las élites.
Además ahora no hay quien le compre el piso; si quisiera dar marcha atrás.
Pues ajo y agua.
Somos todos los suficientemente mayorcitos como para razonar las decisiones que tomamos, pero desgraciadamente nos manejan como a marionetas.