El impuesto de sociedades no sube en recaudación, pero los impuestos a la renta y al consumo de la gente superan records.
¿La recuperación para quién?
Hay tres formas de reducir el déficit público. Aumentando los ingresos, reduciendo el gasto o una combinación de ambos. En 2014, la mejora de los números rojos de la Administración Pública se explica exclusivamente por el incremento de la recaudación.
El Estado logra la mayor recaudación de la historia en IRPF e IVA en 2014
La mejora de los ingresos públicos se explica por el buen comportamiento de las dos principales figuras tributarias del sistema fiscal, el IRPF y el IVA. El impuesto sobre la renta de las personas físicas aportó a las arcas públicas 72.655 millones, el 6,86% del PIB. Supone el nivel más elevado de la historia en términos nominales y relativos. Este hito se logró porque la remuneración total de asalariados aumentó el año anterior y, sobre todo, porque estaba vigente la subida fiscal que el Gobierno de Mariano Rajoy aprobó en 2012 y que supuso elevar hasta siete puntos el IRPF.
El IVA es el segundo impuesto más importante por recaudación. En 2014, los consumidores abonaron 56.166 millones, el nivel más alto de la historia en términos nominales. En porcentaje sobre el PIB representó el 5,31%, una cifra solo superada en 2005 y 2006. Los buenos datos se deben al notable incremento del consumo de las familias y por las sucesivas subidas fiscales sufridas por este impuesto. Por decisión del anterior y actual Gobierno, el tipo general se ha incrementado desde 2010 en cinco puntos. Ha pasado del 16% al 21%. Para este año, el Ejecutivo prevé que la recaudación del IVA supere por primera vez en la historia el nivel de los 60.000 millones. Hasta febrero de este año, aumentaba a un ritmo del 7,3%
En cambio, la recaudación del impuesto sobre sociedades retrocedió un 6,4%en 2014 hasta los 18.694 millones. Hacienda lo justifica por el incremento de las devoluciones. Los impuestos especiales –aquellos gravan tabaco, alcohol o hidrocarburos– registraron un tímido incremento del 0,2%.
La totalidad de los ingresos públicos –sumando Estado central, comunidades, ayuntamientos y Seguridad Social– ascienden a 399.733 millones, un 37,8% del PIB. A pesar del aumento de la recaudación por IRPF e IVA, la presión fiscal se mantiene muy por debajo de la media europea. Y el porcentaje de ingresos en términos de PIB se sitúa hoy tres puntos por debajo del registrado en 2007, cuando alcanzó el máximo del 40,9%. Las cotas históricas alcanzadas por IRPF e IVA no resultan suficientes para compensar el fuerte descenso que han registrado otros tributos, especialmente, aquellos vinculados al sector inmobiliario y de competencia autonómica.
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