Xavier dos apuntes importantes:
Jaime I el Conquistador o Jaime I de Aragón no era catalán, ni muchísimo menos. Y no lo era entre otras cosas porque Cataluña como tal no existía (no lo hace hasta el s.XIV) y entre otras, porque fue hijo de Pedro II el Católico y de María de Montpellier; era el heredero de dos importantes linajes: la Casa de Aragón y el de los emperadores de Bizancio, por parte de su madre.
Nació en Montpellier, y creció y fue educado en el castillo templario de Monzón (Huesca). Fue rey de Aragón, de Valencia y de Mallorca, conde de Barcelona, señor de Montpellier y de otros feudos en Occitania.
El Principado de Cataluña (en catalán, Principat de Catalunya) es el nombre histórico y tradicional de Cataluña. Es un término jurídico (en latín principatus) que apareció en el siglo XIV para nombrar al territorio bajo jurisdicción de las Cortes Catalanas, el soberano del cual (en latín, princeps) era el rey de la Corona de Aragón, sin ser formalmente un reino. Tampoco era un condado, ya que el condado de Barcelona no abarcaba toda Cataluña. Los Usatges hacen coincidir el título de Princeps con el de Conde de Barcelona.
Cataluña fue durante la Edad Media uno de los territorios que compusieron el patrimonio del rey de Aragón, conocido por la historiografía posterior como la Corona de Aragón. Una parte importante de la actual Cataluña, formada por los condados de Osona, Besalú y Gerona, que en el siglo XII rendían vasallaje al conde de Barcelona, se unieron dinásticamente al reino de Aragón mediante los esponsales acordados entre Ramiro II de Aragón y Ramón Berenguer IV de Barcelona en 1137, por los que el barcelonés contraería matrimonio con la futura reina Petronila.
Y otro apunte: el denominado siglo de oro de la lengua catalana también vendría algo más tarde, se inició en el siglo XIV con Bernat Metge, prosista catalán. Alcanzando su máximo esplendor ya en el siglo XV, siendo sus máximos exponentes: Roís de Corella, poeta, caballero y sacerdote valenciano. Jaume Roig, médico y escritor valenciano. Ausiàs March, poeta valenciano, auténtico forjador de la poesia catalana, y Joanot Martorell, prosista valenciano, del cual hemos de destacar la novela Tirant lo Blanc, primera novela moderna de la literatura europea.
La comparación que haces entre Ramon Llull y Alfonso X El Sabio no ha lugar, si quisieras resaltar la magneficiencia e importancia de su obra, te sirve cualquier diccionario de sinónimos y buscar los de grandiosidad más que una comparación entre distintas lenguas. Es como comparar Cervantes con Shakespeare, son contémporaneos, extraordinarios e imcoparables.
Bueno lo dejo aquí porque no buscaba crear ninguna polémica si no apuntar unos detalles.
Por otra parte, en lo que se refiere a la discusión abierta, pienso que Avante no lo hubiese podido explicar mejor y que yo siempre he pensado que cuantos más idiomas entendamos mejor comprenderemos el mundo o en su defecto a nosotros mismos.
Saludos cordiales.