Los machotes y hembrazas (¿se dice así?) que estos días criminalizan a todos los musulmanes, difunden bulos para generar odio, ... o bien son unos mentirosos manipuladores o unos ignorantes y unos ingenuos.
Los salvajes atentados de Barcelona y Cambrils han evidenciado, nuevamente, la profunda ingenuidad con que buena parte de la sociedad española y mundial afronta la amenaza del terrorismo islamista. Los dirigentes políticos, periodistas y opinadores que defienden una respuesta simple a este complejo problema, lo hacen por intereses espurios; ellos saben perfectamente que tomar ese camino no solo no conduce a un mundo más seguro, sino que conllevaría la perpetuación del conflicto y, por tanto, la pérdida de miles y miles de vidas. No les importa que la estrategia sea, por tanto, perversa e ineficaz, mientras les permita ganar adeptos para su causa ideológica y/o les reporte otro tipo de beneficios mucho más materiales.
Lo más triste, si cabe, es ver cómo buena parte del pueblo llano se traga ciegamente esas consignas que prometen soluciones rápidas y fáciles para acabar con el yihadismo. Los muros de Facebook, las TL de Twitter y los grupos de Whatsapp se llenan de mensajes nada inocentes y nada espontáneos que aprovechan la ignorancia de los receptores para reclutarlos e incorporarlos a este verdadero ejército de ingenuos.
Porque sí, los machotes y hembrazas (¿se dice así?) que estos días criminalizan a todos los musulmanes, difunden bulos para generar odio y hasta se ofrecen a coger el fusil, apelando a una nueva Reconquista… o bien son unos mentirosos manipuladores o unos ignorantes y unos ingenuos. No me gusta utilizar estos calificativos tan gruesos, pero me veo obligado a ello porque, paradójicamente, a estas personas les han metido en el cerebro la idea de que poseen la varita mágica para acabar con el terrorismo; ellos creen ser los listos y que, los demás, somos los tontos… los ignorantes y los ingenuos; somos los buenistas. Repasemos algunos hechos para ponerles frente al espejo.
http://www.eldiario.es/zonacritica/Ingenuos-buenistas_6_678292184.html
Ser lo que ellos, peyorativamente, llaman buenista no solo es, por tanto, ser más humano, sino que también es ser más inteligente. Quienes hablan de tomar el fusil, segregar, expulsar o reconquistar deberían recordar, por último, que esa estrategia, llevada al límite, ya la desarrolló un señor de bigote estrecho en la Alemania de los años 30. Quienes le apoyaron censuraban a los "ilusos" que criticaban la guerra o alzaban la voz contra la discriminación racial e ideológica del Reich. En poco más de una década, aquel iluminado provocó la destrucción total de su país y la muerte de más de cinco millones de compatriotas. ¿Quiénes son los ingenuos?
Un saludo