Tengo la solución: invoco al duende de la olla de oro que se esconde al final del arcoiris, invoco a san Pancracio y a Ganesh, al ratoncito Pérez, que ese también tiene monedas. Conjuro al rey Midas, solo un poco, sin pasarme, a santa Rita patrona de los imposibles y a san Judas Tadeo, de las causas perdidas. llamo el poder de los unicornios, los cíclopes y las momias de Egipto...!!!!!! para que muevan y remuevan las declaracioooooones y que así sea.
Ya está, mañana se mueven todas