Estimada Akramae83:
El clorito de sodio que está usted consumiendo es, tal y como le ha comentado un compañero anteriormente, simplemente lejía, ya que ésta no es otra cosa que la disolución de clorito de sodio o hipoclorito de sodio en agua. Llamarlo MMS o CDS y ponerlo en una botellita de vidrio con un etiquetado común no altera su composición química: es lejía. No tiene por qué fiarse de mi palabra o de la del compañero; puede usted simplemente buscar la composición de la lejía en Wikipedia o cualquier otra página web de reputado prestigio y verá que no le estamos mintiendo. Lo ideal sería que lo consultara con su médico, pero es evidente que si está recurriendo a este tipo de pseudoterapias es porque no confía en los profesionales de la salud que dedican su vida a salvar vidas, no a envenenar gente. El precursor del uso "medicinal" de sustancias como el MMS en nuestro país es un agricultor sin ningun tipo de formación médica o científica que, gracias a incautos como usted, factura hasta 2 millones y medio de euros al año vendiendo todo tipo de productos que alega (sin prueba alguna) que curan desde el resfriado hasta el ébola, pasando por el cáncer, por supuesto. Por el momento acumula cerca de 1 millón de euros en sanciones y la cosa va para largo.
Está usted en su derecho de continuar envenenándose consumiendo lejía (o detergente de la lavadora, si el colorido de los pods de Ariel le llama más la atención), pero le aconsejo que sea al menos mínimamente responsable de no recomendar semejante barbaridad a otras personas, pues pasaría de estar cometiendo una gran estupidez (al consumir usted un producto altamente tóxico) a cometer un delito (al recomendarlo a terceros). Promover el consumo de este tipo de productos puede ser considerado un delito contra la salud pública, así que mejor envenénese en privado, si ese es su deseo, pero no confunda a los demás.
Un saludo.