Lo primero que quería recalcar, y esto va dirigido a Dospir2, es que no deseo en absoluto que la bolsa japonesa sufra un descalabro que haga peligrar nuestras inversiones, así como recalcar que tampoco he aportado solución alguna a los problemas de Japón ya que mi intención principal era, como así dejé claro en mi primer mensaje, poner en cuestión la efectividad del Abenomics y no salir a la palestra con soluciones "mágicas".
Stone, esos datos que apuntas tienen algo de "trampa". Lo primero es que no veo comparable la evolución del PIB de Japón y España porque coges como inicio el año 2007 (el punto más álgido de nuestra burbuja) y como final el 2012 (el punto más álgido de nuestra recesión), contando además con la crisis europea que estalló en 2011 y que Japón, lógicamente, no sufrió. Creo que no es comparable la evolución de la renta per cápita entre dos países tan dispares económicamente hablando, en dos zonas geográficas tan alejadas y en un momento del ciclo económico tan diferente.
Además, avisas que el crecimiento del PIB japonés se debe, en parte, a la pirámide de población japonesa que a mi modo de ver es insostenible, por lo que no debemos ver ese incremento como un efecto beneficioso del Abenomics. Y, por cierto, tal crecimiento del PIB que aportas (de 2007 al 2012) no nos dice nada para valorar el supuesto efecto positivo del Abenomics, ya que éste comenzó en 2013.
Con respecto a que los mayores tenedores de la deuda pública japonesa son los propios japoneses (principalmente sus enormes conglomerados industriales) tienes toda la razón. El japonés es un pueblo eminentemente ahorrador (y muy trabajador), pero lo que me gustaría conocer es si después de tanta represión financiera con la devaluación del yen y tipos de interés casi a cero por ciento para "obligar" a los japoneses a que no ahorren y gasten más, éstos ya no encontrarán tan atractiva la deuda patria y no sería descabellado pensar que es probable que un buen flujo de capitales se derive a otras zonas geográficas (¿Europa?) buscando una mayor rentabilidad. Porque los japoneses, al igual que los europeos, ante estas políticas que buscan penalizar el ahorro ni invierten ni gastan más.
Con respecto a la calidad de vida, la devaluación del yen lo que hace de cara al ciudadano, por ejemplo, es que un coche japonés ahora sea más atractivo (por precio) de cara al comprador norteamericano o europeo, pero no para el japonés de a pié. Se podría decir que la política económica japonesa es como "el gas de la risa", ya que crea una falsa ilusión de felicidad. Pero tarde o temprano ese enorme gasto público actual habrá que contenerlo de alguna forma (recortes, ¿nos suena?) por lo que considero esas medidas pan para hoy y hambre para mañana. Y ya veremos qué pasa con las pensiones dado el elevado envejecimiento de la población.
Con respecto a las infraestructuras japonesas, precisamente dentro de esas políticas de estímulo se prevé poner en marcha un enorme plan de obra civil que modernice la red de infraestructuras, que se mantienen prácticamente sin tocar desde los años 50.
De todas formas lo dejo ya, que parece que no es adecuado debatir en un foro de finanzas y en un hilo sobre las perspectivas de Japón para 2014, los efectos que podrían causar en ese país las políticas económicas que se están llevando a cabo.
Saludos.
P.D. Ah, Kitty, naturalmente que me encantaría visitar ese país. Concuerdo contigo al decir que Japón es como "otro mundo".