Los institucionales activan el modo cautela ante el temor de que los mercados hayan subestimado el impacto del COVID-19. Según revela una reciente encuesta a inversores de
Natixis Investment Managers, los institucionales han virado sus carteras hacia un posicionamiento defensivo de cara a 2021. Es el sentimiento que expresan los más de 500 inversores encuestados entre los que se encuentran pensiones, aseguradoras, fondos soberanos, fundaciones y fondos de dotación.
Casi ocho de cada diez encuestados consideran que la tasa de crecimiento actual de la bolsa es insostenible. Y por eso, la mitad de los inversores institucionales mundiales prevé que las carteras defensivas obtengan rentabilidades superiores en 2021. Muchas entidades vislumbran correcciones en el mercado de renta variable (44%), así como en el sector inmobiliario (41%) y tecnológico (39%), y en los mercados de deuda (29%).
Ese tono cauto se refleja también en las previsiones macro. Cuatro de cada cinco encuestados no esperan que el PIB vuelva a crecer al ritmo anterior al COVID hasta al menos 2022 y, de entre ellos, un 35 % cree que podríamos irnos hasta 2023 o más allá.
Posicionamiento de las carteras
A grandes rasgos, el reparto de las carteras de los institucionales se mantendrá estable: con un 36% en renta variable, un 40% en renta fija, un 17% en alternativos y un 6% en liquidez. Pero si profundizamos, detectaremos algunos cambios relevantes en sus apuestas. Por ejemplo, un tercio espera reducir sus asignaciones a la renta variable estadounidense (32%) y elevar su exposición a las bolsas de Asia-Pacífico (32%), Europa (31 %) y mercados emergentes (31 %).
Hay mucho movimiento en el espacio de la renta fija, donde parece que el concepto de activos libres de riesgo está mutando. Una quinta parte (19 %) prevé recortar la exposición a la deuda pública y aumentar su presencia en bonos corporativos con categoría de inversión (30 %). También suscitan mucho interés los bonos verdes: entre el 48% de los encuestados que posee estos títulos, un 47 % afirma que tratarán de incrementar sus inversiones.
En alternativos, cerca de la mitad tiene previsto incrementar sus asignaciones a la deuda privada, mientras que cuatro de cada diez esperan incrementar su exposición a infraestructuras y un 38% al capital riesgo.
Los institucionales expresan sus dudas, pero también ven oportunidades en el mercado. Más de la mitad cree que el value batirá al growth y que las las compañías de gran capitalización superarán a las de pequeño tamaño. Algo más de la mitad considera que los mercados emergentes lo harán mejor que los mercados desarrollados, aunque la gran mayoría (86 %) de inversores institucionales conviene en la necesidad de ser más selectivos a la hora de buscar oportunidades en los mercados emergentes.
Pese al retroceso en tamaño e influencia de las grandes tecnológicas, un 66 % augura que el sector generará rentabilidades superiores en 2021. Ven a los sectores de tecnología de la información y atención sanitaria como los grandes ganadores del mercado el próximo año, mientras que los de energía, inmobiliario, bienes de consumo discrecional y financiero quedarán previsiblemente rezagados.