Yo no, soy un monje de la orden “Grahamiana”. Con votos de largo plazo, dividendos y margen de seguridad. Hoy rezaré por mis hermanos de la orden “Redditiana” que están librando una dura batalla contra el demonio shortiniano, con exorcismos avanzados en santa comunidad. Alabados sean los largos, pues ellos heredarán las plusvalías.