A veces es mejor un líder fuerte como Xi Jinping que lleva el país hacia arriba y no una democracia degenerada como la que tenemos que solo nos va hundiendo. El peligro es cuando el Xi de turno se convierte en un Iosif Stalin.
Me he planteado muchas veces si aceptaría renunciar a la libertad de criticar al gobierno a cambio de tener una gobernanza decente. Me asaltan las dudas cuando veo la pujanza china frente a nuestra latinoamericanización. En China meten en el gobierno a los que tienen coeficiente intelectual alto y otras características positivas. Los escogen desde niños y los forman en escuelas especiales. Mientras tanto, los que nos gobiernan aquí...
No nos damos cuenta porque esto va a cámara lenta pero pronto, sino ya, los chinos vendrán a hacer turismo aquí y nos verán con el mismo aire de superioridad con el que nosotros veíamos a los marroquíes descalzos con sus casas de barro. Compárame Shenzhen con cualquier ciudad de aquí.