Que más ofrendas pueden hacérsele a Mr. Market que no se hayan hecho ya? En el sur de Europa ya sólo queda soñar con quimeras como los coronabonos, que no llegarán, a pesar de que esta vez también se arrodilla a suplicar a la puerta de Alemania la joven promesa Macron, que no evidencia sino la descomposición del estado francés carente de la fuerza y rigor necesarios para dirigir a una sociedad envenenada de un estado del bienestar que no pueden mantener.
En US ya está todo dicho. Al silbido del amo, Powell ha levantado las orejas y nos ha deleitado con una QE ilimitada, acompañada de dos trillones de dólares bendecidos por republicanos y demócratas.
Aún así las subidas en las bolsas de han difuminado al final de la jornada con una pasmosa colocación de papel. Mr. Market no está satisfecho. Como puede ser se pregunta Donald? Te estamos ofreciendo todo lo que tenemos, nuestro futuro, el alma de América...
Pero el mercado es más humano de lo que se estima y desprecia esos grandes cofres llenos del dinero menos honesto que jamás ha existido, y Mr. Market quiere saber si el mazazo del virus en suelo americano que está llegando inexorablemente va a provocar traumatismo encefálico leve o va a aplastar los sesos de esta gran nación. Es necesario experimentar la realidad del dolor para medir la gravedad de la crisis. El suelo debe esperar.