Otra jornada más de fantasía en el mercado americano. La firma del cheque equivalente a unos $6000 por americano y un nuevo cartel de Wanted en la pared de la cantina, esta vez con el rostro del tirano Maduro, propician que entren en el mercado una nueva remesa de dólares frescos, aportados por ahorradores engatusados por los encantandores de serpientes de Wall St. y por insiders a los que la FED les han prometido 30 monedas de plata por cada una que ellos aporten.
Mientras tanto en NYC miles de americanos acomodados se agolpan en las puertas de los hospitales desencajados por las historias que han oído de la pandemia hasta ahora virtuales mezcladas con una sensación de ahogo tan terrible como real.
Con todas las medidas económicas anunciadas y bendecidas y un mercado que en estos últimos días ha comprado el rumor y la noticia ahora debe prepararse para el dolor. En US, al contrario que en España son más de escarmentar algo, no mucho, en cabeza ajena y ya tienen parte de la barba bien remojada, pero mirándose en el espejo de Italia empiezan a ver que la cuarentena puede convertirse en centena, y en esa tesitura el gran político, en US y en cualquier otro país debe sentarse a echar las cuentas, porque los cheques previstos no pagan la cuenta, y ahí surge el dilema:
Cuanto valen los últimos diez años de un abuelo? No del tuyo, ni del de tu vecino, el abuelo de todos y el de ninguno. Una vez se ponga un precio las matemáticas harán el resto. Ningún político se presenta a las elecciones para enfrentarse a este dilema moral, pero cuando nos superan los acontecimientos el gran líder de cada nación deberá posicionar sus fichas en el tablero considerando detenidamente su jugada en el nuevo orden mundial.
Apuesto por grandes fluctuaciones del mercado entre el dolor y el dilema que irán tanteando el suelo a golpe de dato económico y call earning. La humanidad es una especie desarrollándose en una esfera que da vueltas al sol, y si las cosas se ponen muy feas prevalecerá la selección natural. El mercado naturalmente presionará para forzar una resolución del dilema.