Esto nos deja una idea interesante, que todos somos deudores morales de los logros de Occidente que personas extraordinarias hicieron posible (Ilustraciòn, industrialización, conquistas sociales, etc.), y por tanto a todos nos compete esforzarnos y dar lo mejor de nosotros mismos. Por pura deuda moral, incluso deuda material.
Si, como bien apuntas, un hijo de todo ese legado occidental decide tirar su vida por la borda, entonces no está pagando su deuda y debe privársele de ese legado. Hablando en plata, los derechos debemos ganárloslos todos los días.
Como bien dijo Ortega y Gasset, se trata de tomar una actitud deudora con la sociedad y vivir en consecuencia, preservando ese legado.
Es muy simple. Es tan simple que hay demasiada gente que aún no lo entiende.