#77321
La situación con Bonnie 4
La huida de Don Pantuflo y la resaca post moción de censura nos dejó a la banda de pancho Villa en el puente de mando, a Ortuzar con tres cofres de oro (no había mucho más porque recordemos que lo vendió en el mejor momento Solbes el tuerto) y al PP con un testamento en blanco como chiste final del marianismo.
Sorayita no podía creerlo y pasó la llama del mechero bajo el papel para ver si el amo había dejado su nombre escrito con jugo de limón. Mala suerte zorra, pensó Cospedal mientras reía a carjacada suelta de ojos para dentro.
El heredero natural de los azules, que viendo el patio prefirió asegurar, dijo que él se quedaba en la Xunta para seguir trabajando por los gallegos (pensando por supuesto en reaparecer más adelante si la situación fuere propicia para poner el último clavo en el ataúd del valiente que tomara las riendas).
Aprovechando la jugada del gatazo Brei y sabedor de que los puñales ya habían sido desenfundados por las damas y se estaban formando los equipos de asalto, el joven Casado que en pocos años había pasado de llevar los cafés a excusar al jefe en los medios e incluso ser portavoz de sus mandamientos, vio de repente una luz salida directamente de su ambición que le indicaba un atajo directo al trono evitando atascos y rodeos.
La dama de La Mancha eligió morir matando y en su último suspiro señaló a Pablo, y así se llegó a donde nos encontramos, para desgracia de bolita de azufre que tuvo que encarar el destierro y pedir audiencia, poco tiempo después a Lord Sidious Cebrián.
Casado acarició los laureles del César antes de ganarse los galones de un general curtido en mil batallas, por eso no cayó en la cuenta en un principio que el peor enemigo, el que te apuñala por la espalda cuando duermes, en política siempre está en casa.
Casado intentó unificar sorayos con cospedálicos, orcos con trasgus y churras con merinas, y al final se quedó de fiel escudero a un lanzador de huesos de aceituna con el carisma justo para no pasar por inspector de hacienda, a Maroto el del opus gay y a Dolors Monserrat. Vaya tres patas pa un banco.
En los últimos tiempos ha decidido ocultar su rostro angelical bajo la barba y por fin se ha atrevido a expulsar al último sorayazo que le quedaba en euskalerria (el maestro del de la moto).
Algo es algo. Con estos bueyes tiene que arar la principal fuerza del centro derecha en España
Sorayita no podía creerlo y pasó la llama del mechero bajo el papel para ver si el amo había dejado su nombre escrito con jugo de limón. Mala suerte zorra, pensó Cospedal mientras reía a carjacada suelta de ojos para dentro.
El heredero natural de los azules, que viendo el patio prefirió asegurar, dijo que él se quedaba en la Xunta para seguir trabajando por los gallegos (pensando por supuesto en reaparecer más adelante si la situación fuere propicia para poner el último clavo en el ataúd del valiente que tomara las riendas).
Aprovechando la jugada del gatazo Brei y sabedor de que los puñales ya habían sido desenfundados por las damas y se estaban formando los equipos de asalto, el joven Casado que en pocos años había pasado de llevar los cafés a excusar al jefe en los medios e incluso ser portavoz de sus mandamientos, vio de repente una luz salida directamente de su ambición que le indicaba un atajo directo al trono evitando atascos y rodeos.
La dama de La Mancha eligió morir matando y en su último suspiro señaló a Pablo, y así se llegó a donde nos encontramos, para desgracia de bolita de azufre que tuvo que encarar el destierro y pedir audiencia, poco tiempo después a Lord Sidious Cebrián.
Casado acarició los laureles del César antes de ganarse los galones de un general curtido en mil batallas, por eso no cayó en la cuenta en un principio que el peor enemigo, el que te apuñala por la espalda cuando duermes, en política siempre está en casa.
Casado intentó unificar sorayos con cospedálicos, orcos con trasgus y churras con merinas, y al final se quedó de fiel escudero a un lanzador de huesos de aceituna con el carisma justo para no pasar por inspector de hacienda, a Maroto el del opus gay y a Dolors Monserrat. Vaya tres patas pa un banco.
En los últimos tiempos ha decidido ocultar su rostro angelical bajo la barba y por fin se ha atrevido a expulsar al último sorayazo que le quedaba en euskalerria (el maestro del de la moto).
Algo es algo. Con estos bueyes tiene que arar la principal fuerza del centro derecha en España
