Yo he hecho presentaciones básicas y avanzadas sobre VSA y tape Reading a compañeros mios de fatigas (gratis) y todos coinciden sobre mi, por lo menos según me cuentan, con la misma opinión que tienes sobre el Señor Ferrer... Generoso, inteligente, didáctico, sencillez en explicar conceptos abstractos... y que quieres que te diga, en este negocio o eres profesor o eres gestor, porque son los resultados los que marcan tu trayectoria. Yo por mi manera de operar, soy alérgico a los fondos de inversión, pero no quita de que haga un seguimiento de ellos y de sus carteras y filosofía... siempre hay que aprender en este oficio de todo y de todos, sino estás acabado. A Hugo Ferrer le conozco virtualmente desde que escribió su primer post en Rankia, por lo que mi crítica tiene un fundamento de años de seguimiento. Siempre me ha parecido curiosa su filosofía de inversión, y he leído detenidamente cada uno de sus artículos e incluso las "galeradas" de su primer libro. Me pareció inteligente y relativamente avanzado en las ideas y filosofía que muestra en sus escritos, pero particularmente ese mix de diferentes escuelas de inversión sólo vale de manera nominativa a aquel que ha recorrido ese camino. He aprendido cosas de el, aunque no comparto más del 90% de su filosofía, pero aún así nunca he menospreciado su buen hacer, todo lo contrario que su pretendida soberbia y altivez al denostar el trabajo de los analistas técnicos y otras filosofías de inversión diametralmente opuestas a su manera de ver el mercado. Desde ahí me pareció un tipo soberbio y un arrogante irrespetuoso, ese estereotipo de personas que tarde o temprano termina por darse un talegazo importante y o que desaparece del mapa mediático o toma humildemente nota para seguir andando. Reconozco que los primeros pasos de su fondo de inversión fueron en el peor momento posible y que hay que dar cancha y margen para que se vea a largo plazo el buen hacer del gestor, pero también te digo que con un estudio más en profundidad de composición y gestión del fondo, está acometiendo posiciones y situaciones que van en una dirección muy "contrarían" a la que dicta el buen hacer de la gestión de capitales ajenos.