Algunos gráficos de Fidelity de análisis técnico.
Las presiones deflacionistas siguen siendo intensas dada la caída de los precios de las materias primas y, sobre todo, el impacto del crudo barato. La expectativa de que la Reserva Federal sea el primer gran banco central en subir los tipos de interés tras la crisis financiera —la primera subida de la Fed en los últimos nueve años— ha contribuido a la escalada del dólar. Una vez más, EE. UU. está importando deflación de Asia, y esta tendencia podría acentuarse tras la reciente devaluación del renminbi (RMB) por el gobierno chino.
Es inquietante que las condiciones de la renta variable mundial se parezcan a las observadas justo antes y durante la corrección de 2011. La amplitud del mercado se ha deteriorado y ahora está por debajo de su media móvil de 26 semanas. Esta situación no siempre conduce a una caída, y aún no se ha confirmado la formación de un techo, pero el descenso de la amplitud a menudo es sinónimo de un mercado bajista.
El posible repunte dependería de la mejora de la amplitud. Actualmente, existe un nivel de soporte clave en torno al mínimo de octubre de 2014 (alrededor de un 9% por debajo del nivel actual). Los MACD (indicadores de convergencia/divergencia de medias móviles utilizados para revelar variaciones en la fortaleza del mercado, el
momentum y la dirección) han convergido y se mueven lateralmente, pero el dato de la renta variable aún no está por debajo del de los bonos, lo que significa que aún no se ha puesto de manifiesto una señal de venta clara.