Más leña al fuego...
Los problemas a los que apunta la deuda de largo plazo
Estos últimos tiempos el mercado de deuda ha quedado eclipsado por el comportamiento de las bolsas a nivel mundial, dejando de lado que la demanda y comportamiento del mercado primario es uno de los mejores indicativos que hay sobre la confianza general en la situación futura.
Llevamos ya demasiadas subastas de muy largo plazo que no están teniendo el resultado adecuado, lo que puede ser extraordinariamente contraproducente para la evolución de la economía mundial en el largo plazo, precisamente por varios factores en donde los gobiernos están directamente involucrados.
Primero, recuerden cuando la crisis de deuda estalló y los PIGs estaban en boca de todos, especialmente España e Italia; se llegó a recomendar limitar la exposición de los bancos a la deuda pública. En teoría, los gobernantes y legisladores deberían dar la confianza suficiente como para que otro tipo de inversor se anime a comprar dicha deuda y el país siga funcionando con una financiación adecuada. Pero el limitar la exposición de los bancos a la deuda pública, lo que hace es que el país tenga menos capacidad de financiación, porque los principales compradores de su deuda tienen la capacidad de compra limitada por la nueva legislación.
Segundo: la entrada de los programas cuantitativos tanto en EEUU como Europa, han bajado los tipos de interés de forma espectacular, así que se ha reducido mucho el apetito actual por una deuda de muy largo plazo con una rentabilidad que puede no compensar dicha inversión.
Si a lo anterior le añadimos el que cada vez hay menos oportunidad para subir los tipos de interés (condición para que la deuda en el mercado secundario o en el mercado primario subiera las rentabilidades, y pudiera atraer al inversor con una rentabilidad más o menos decente), lo que tenemos es que siguen sin aparecer factores que atraigan compra de deuda de largo plazo.
Lo hemos visto en las últimas subastas de deuda a 30 años, no sólo en Alemania sino también en Reino Unido, ya que la demanda ha bajado mucho con respecto a la media histórica. Es más, en Alemania la demanda no ha cubierto la oferta. Que esto suceda en el mercado primario, es un factor muy preocupante.
Lo que es seguro es que el mercado secundario de deuda de largo plazo de deuda pública está perdiendo atractivo de forma alarmante. Como se ha comentado antes, un entorno duradero de bajas rentabilidades, y un persistente bajo crecimiento a nivel mundial, hacen que no se vean cercanas subidas de tipos de interés, por lo que podemos prever una extensión del problema, una demanda de deuda de largo plazo cada vez menor.
Esto es extraordinariamente peligroso para los países, porque cuando emiten deuda de largo plazo, están acostumbrados a que sean los bancos los que la compren entera y después poco a poco la vayan colocando a inversores de largo plazo, creándose una especie de cadena en donde los bancos pagan por adelantado lo que después los inversores van a comprar. Con esta forma de mercado, si sumamos que las demandas por parte de los bancos no cubren lo ofertado por los países, y el que los bancos ven cada vez más difícil colocar este tipo de deuda, con las limitaciones que tienen a la hora de comprar deuda pública y aumentar la exposición en ella, el resultado es que los bancos cada vez compran menos cantidades de deuda de largo plazo.
Irremediablemente esto traerá problemas de financiación a los países que dependan extraordinariamente de ella, moviendo, casi de forma inexorable, la vida media de la deuda al corto plazo, mucho más volátil y dependiente de lo que pasa en períodos cortos de tiempo, lo que a su vez puede afectar mucho a los datos económicos de un país, al hacer más volátil el tipo de interés que paga por su endeudamiento.
(Extracto de lo leído hoy en http://www.estrategiasdeinversion.com/todo-carpatos/)