Hola de nuevo,
Revisando los comentarios de las últimas semanas del foro, he leído bastantes opiniones negativas sobre el papel de la renta fija en una cartera de fondos.
En primer lugar, la inversión en fondos de renta fija ofrece un enorme abanico de posibilidades que pueden ayudar a los inversores con una variedad de objetivos y tolerancias al riesgo: puedes elegir fondos en renta fija tanto para la defensa como para el ataque. De hecho, esta amplia flexibilidad hace que, dependiendo de la tolerancia al riesgo, el inversor pueda buscar distintos objetivos en su inversión en renta fija: generar ingresos constantes, defenderse contra la volatilidad de la renta variable o, en algunos casos, aumentar la apreciación del capital.
Efectivamente, como consecuencia del aumento de los tipos de interés de la FED, hemos sufrido uno de los peores años en renta fija en la historia reciente y, además, esto ha coincidido con un mercado bajista en renta variable. Tradicionalmente, los bonos de mayor calidad suben cuando cae el mercado de renta variable; sin embargo, este año la renta fija no ha servido para descorrelacionar las carteras -en los últimos 25 años, solamente 3 ha habido una correlación entre caídas en renta variable y renta fija-. Es decir, el mercado de renta fija en el año 2022, tanto por rentabilidad como por su correlación con la rv, ha sido una excepción en su comportamiento tradicional y; por tanto, el rendimiento del año 2022 no puede llevarnos a conclusiones generales.
Como ya he comentado anteriormente, los gestores de renta fija están encontrando grandes oportunidades en el mercado de bonos como consecuencia de estas caídas: los rendimientos de los bonos han aumentado considerablemente y ahora brindan un punto de entrada atractivo desde el cual se puede reconstruir la cartera con exposición a bonos.
La historia nos muestra que, a largo plazo, los bonos han proporcionado diversificación y han ayudado a reducir la volatilidad de la cartera. Esto se debe a que pueden proporcionar rendimientos positivos en los años en que los que la renta variable cae. De hecho, si nos encaminamos a una recesión profunda, es bastante factible que los tipos de la deuda pública, como los bonos del Tesoro de USA, inviertan su tendencia del 2022.
No obstante, a pesar que las valoraciones en la renta fija empiezan a ser atractivas, aún queda periodo de volatilidad (y, por tanto, aún queda margen de caída). Esta incertidumbre irá disminuyendo con cada subida de tipos. La subida de la Fed en septiembre llevó el tipo de referencia para los al 3,25% y es posible que los tipos alcancen el 4,25-4,5% a finales de año, y es en este nivel en el que la Fed podría hacer una pausa y esperar a ver todo el impacto del endurecimiento de su política. La estabilidad de los tipos sería un factor de verdadero cambio para las condiciones del mercado y un posible punto de inflexión para la renta fija.