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Re: Carteras de fondos de inversión Rankianos para el 2023: análisis, opiniones y consultas
Buenas tardes. Un mes más actualizo mi cartera y un mes más, como viene siendo la tónica desde febrero, se mantiene prácticamente plana: +0,4% en el mes, +3,7% en el año, -4,7% acumulado 2022-2023. Diríase que estoy en “modo balancín”, lo que me sube un mes me baja al siguiente y viceversa. Si en mayo me bajó la renta variable y me subió el oro, en junio ha sido al contrario, subida de la renta variable (tanto en la cartera estable como en la cartera móvil) y bajada del oro (bastante notable en este caso: -5,1%). Afortunadamente aumenté a principios de mes la exposición a renta variable, como comenté aquí (+5,5% al Vanguard Global Stock Index, +7% al Fidelity S&P 500 hedged y +7% al Fidelity EuroStoxx 50), lo que me ha permitido compensar (y un poco más) la caída del oro.
Actualmente la exposición total a fondos de renta variable de la cartera es del 43,4%. El plan, si no cambia el tono de los mercados, es seguirla incrementando progresivamente hasta situarla en mis niveles “normales” (entre 65% y 85% según circunstancias), ya que parece que los inversores han decidido dar por concluido el mercado bajista iniciado a principios del año pasado (aunque haya sido un “cierre en falso”, a mi parecer). También se ha producido en junio una participación mucho más amplia en la subida, con más compañías uniéndose a la misma (de hecho el Value Line Geometric subió más que el S&P 500) y extendiéndose tanto a large cap growth como a large cap value, small cap growth y small cap value.
Sin embargo, en este momento mi “manómetro bursátil” (concretamente en el S&P 500) marca una lectura muy alta (sobrecompra a corto plazo), que indica que puede ser difícil que la bolsa siga subiendo mucho más sin una previa corrección o pausa, por lo que prefiero esperar unos días o semanas a que baje la presión antes de incrementar posiciones.
Retomo la reflexión que hacía el mes pasado sobre mi poco optimismo y convicción para intentar explicar lo que, releyéndome, pueda parecer un comportamiento contradictorio o arbitrario por mi parte. Pinto un panorama negativo y, sin embargo, incremento mi inversión en renta variable. La razón es que una y otra cosa corresponden a planos o niveles diferentes. Por una parte (la primera) está el marco general en el que nos movemos o lo que, en la “teoría de las urnas” que expuse aquí hace algún tiempo, sería qué tipo de urna tenemos delante. Y los indicios (o “alertas”) me dicen que seguramente tenemos una con más carga de bolas negras de lo que en promedio es habitual. Pero … o por mejor decir, dos peros. El primer pero es que puedo estar equivocado en cuanto al contenido de la urna. El segundo pero es que aunque haya mayor probabilidad de “bola negra” no significa que tenga que salir una o que no vaya a tardar tiempo en hacerlo. Dos capas de probabilidad. Así que, como decía, esto solamente establece el marco en el que opero la cartera (primer nivel). La última palabra (segundo nivel) la tienen las cotizaciones y lo que dicho marco hace es modular la intensidad de mi respuesta a la evolución de las mismas. Pero lo que no hago es ir a la contra del mercado, por muy equivocado que crea que esté el mismo o por mucho que crea que a la salida de la próxima curva hay un precipicio. Que ya he aprendido la confianza (nula) que puedo depositar en los pronósticos y predicciones.
Un saludo y os deseo, como siempre, acierto con vuestras decisiones.