Hay una diferencia sustancial entre ambas cuestiones, que me resulta extraño que se te pase por alto. Y esa diferencia deriva del argumento de los que dicen lo primero, que no es sino la conveniencia de mantenerse siempre invertidos.
Es decir, conseguir lo primero -no perderse los diez mejores días- es muy sencillo y para lograrlo no es necesario hacer nada más que estar siempre invertido. Sin embargo, para lograr lo segundo -"perderse" los diez peores días-, hay que estar fuera de la RV, lo que es subóptimo a largo plazo (o saber entrar y salir, que es lo mismo que ser vidente, algo fuera del alcance de las capacidades humanas).
De ahí que lo óptimo a largo plazo -en relación a rentabilidad, tiempo y probabilidad- sea estar siempre y totalmente invertido, salvo fondo de emergencia o condiciones incompatibles con la renta variable.