Muy pertinentes e inteligentes las palabras del compañero
@moclano.
Los índices de RV y RF están muy elevados en un entorno de inflación elevada, tasas de interés en aumento y elevada deuda. Con todos estos problemas, los inversores tenemos que preguntarnos cómo va a afectar el contexto actual a nuestras carteras de fondos, acciones, etc...
Sobre todo, como dice Capital Group en su último informe, el riesgo es que: la recuperación económica impulsada por las medidas de estímulo conducirán a una alta inflación y, con ello, podrían a los Bancos Centrales a subir las tasas más rápido de lo esperado realentizando así el crecimiento económico.
T. Rowe nos dice que los periodos de subida de la inflación han sido relativamente buenos para la renta variable en general, pero solo hasta cierto punto. Cuando la inflación supera el 3% o el 4%; entonces, no. Ésta casa considera que la aceleración de la inflación es transitoria que desaparecerá a medida que se superen los problemas de la oferta y el aumento de la demanda.
También; Capital Group no cree estemos en una nueva etapa de alta inflación a largo plazo, si no ante una situación puntual que puede permanecer algo elevada durante más tiempo de lo que se pensaba (hasta finales del año que viene):
"
En pocas palabras: la inflación probablemente se mantendrá elevada hasta fines del próximo año, pero luego debería moderarse hasta el objetivo a largo plazo del 2% de la Fed. Es probable que haya una mayor volatilidad, ya que las sorpresas en los datos de inflación podrían desencadenar turbulencias en el mercado a corto plazo. Nuestro equipo de tipos cree que la primera subida de tipos de interés de la Fed está al menos dentro de 12 a 18 meses" ("Answers to your 5 biggest investment concerns". Capital Group)
En este contexto, ¿debemos rotar la cartera hacia el value? Pues aquí, tenemos opiniones contradictorias: Capital Group dice que, en el contexto actual, no podemos tomar decisiones binarias (growth o value) porque: "e
xisten empresas en crecimiento que actualmente están baratas y, asimismo, hay empresas muy baratas que crecen; por lo que el valor y el crecimiento no están contrapuestas. Estamos en un entorno muy amplio en objetivos y existen oportunidades de inversión en compañías de rápido crecimiento, así como en empresas cíclicas clásicas".
Por el contrario, el Comité de Asignación de Activos de T. Rowe está orientando actualmente sus carteras hacia títulos value: "
la sustancial diferencia de valoración entre los títulos growth y value podría no ser sostenible, y potenciales catalizadores, como la subida de la inflación y de los tipos de interés, podrían reducir la brecha a medio plazo. En Estados Unidos, el aumento del gasto público, la subida de los impuestos sobre los beneficios empresariales obtenidos en el exterior, así como una regulación más estricta de las empresas tecnológicas podrían prestar igualmente apoyo"
Es también muy interesante la relación entre los costes de producción, inflación y beneficios empresariales. Morgan Stanley nos cuenta en su comentario "Could Rising Costs Squeeze Corporate Profits?" que existen en este momento tres grandes factores que pueden influir en los beneficios empresariales:
1.- La divergencia entre los precios mayoristas y minoristas. El índice de precios del productor (mayorista), que viene aumentando durante ocho meses seguidos, subió en agosto un 10,5% (respecto al año anterior), mientras que el índice de precios al consumidor aumentó en agosto un 5,3% respecto al año anterior. La brecha de 5,2% es una de las más grandes en los últimos 40 años; si los precios de producción superan los precios finales de los comerciantes; esto afectará a los márgenes de beneficios de las empresas.
2.- Los costes de transporte. El coste del transporte por camión es un 15% más alto que el año pasado, el coste de un contenedor se ha multiplicado x3 en este año y es de 10.377US$ (el coste promedio de cinco años es 2.396US$) y el Baltic Dry Index (precio de transporte marítimo mundial desde Asia) está en máximos desde 2005.
3.- El aumento de los precios de las materias primas y energía. El índice de metales industriales (cobre, zinc, níquel, ...) se encuentran en máximos de 10 años y un 47% más que el año pasado; y, sobre la energía, petróleo, gas, etc... ya sufrimos todos sus repercusiones.
Estas presiones afectarán a las compañías de todos los ámbitos (tanto value como growth). En palabras de MS: Todo se reduce a quién termina asumiendo los costos adicionales. Las empresas que no trasladen los aumentos de costes a los precios finales reducirán sus márgenes de beneficio. Pero, si suficientes empresas traspasan sus costos más altos a los consumidores, la inflación podría aumentar más rápido de lo esperado y, esta circunstancia, podría llevar a los Bancos a actuar anticipadamente para contener la inflación. Por tanto, nos aconsejan con muy buen criterio, estar atento a los anuncios previos, noticias, revisiones y resultados del tercer trimestre.