Continuación del post anterior.
Colapso de la deuda
Si se produce un colapso de la deuda de la magnitud que apuntas, arrastrará a todo el sistema financiero, como bien señala
@fernandojcg. Me temo que no habrá activos financieros en los que guarecerse. Por eso, para una eventualidad verdaderamente catastrófica, tengo fuera de la cartera (porque su motivación es otra) oro físico (no ETC) que espero no tener que utilizar nunca. En el caso que dices, se produciría no sólo la depreciación del euro, sino que incluso se plantearía su ruptura, como llegó a plantearse en 2011. Y ahí diría que no vale ni la deuda alemana, porque Alemania es el mayor acreedor de la Eurozona y si quiebran tus deudores, ya me contarás. Acaso se bandearía mejor el UBS MM CHF porque (1) sus títulos y depósitos están denominados en francos suizos (no le afectaría la depreciación/ruptura del euro) y (2) tiene la mayor parte en Suiza y otros países fuera de la Eurozona.
Inflación
Tocas aquí dos cuestiones diferentes (o eso me parece a mí). Por una parte, la inflación en Suiza. De
tu post del 13/04/2022
De ahí que estudiaba la alternativa de un monetario en francos suizos. Sobre todo para protegerme de la inflación (en Suiza parece que la inflación es del 3%).
Tú (ni yo), como consumidores y ahorradores residentes en España, tenemos que protegernos de la inflación en Suiza sino de la inflación en España. Que la inflación en Suiza sea más baja (como efectivamente es el caso) no es un motivo para invertir en un monetario en francos suizos en el sentido que creo entender (puede que equivocadamente) de tu afirmación. Aunque sí es un factor importante a tener en cuenta en dos sentidos: (1) una menor inflación tiende a revalorizar la divisa (por aquello de la paridad de poder adquisitivo) y (2) la mayor o menor tasa de inflación en Suiza incidirá en la política monetaria del banco central suizo, pudiéndole empujar a elevar el tipo de interés si la inflación sube.
Por otra parte, la inflación como detractor de los rendimientos (y del patrimonio) medidos en términos reales (poder adquisitivo). Eso de que el dinero en cuentas o depósitos bancarios y en fondos monetarios se lo come la inflación. Y que por eso hay que invertir en bolsa, por ejemplo. Argumento que junto con los bajos tipos de interés (incluso negativos) está empujando a muchos que pretenden (desean) ser ahorradores a convertirse en especuladores en mucha mayor medida de la que realmente desearían y de la que con frecuencia no son conscientes (¿cuántas carteras 100% RV – y encima exclusivamente growth – hemos visto por aquí hace tan sólo unos meses?). Ocurre que la inflación no se come sólo los rendimientos (o ausencia de ellos) de las cuentas o depósitos bancarios y de los fondos monetarios, se come los rendimientos de todos los activos. Es un común denominador a todos ellos y, por lo tanto, eliminable a la hora de comparar los rendimientos de las diferentes alternativas de inversión, cosa que a veces parece olvidarse por algunos, que sólo lo restan cuando hablan de depósitos bancarios o fondos monetarios. Que la inflación sea alta es sin duda una desgracia para nosotros como ahorradores/inversores, pero no un motivo por sí solo para meternos en bolsa hasta las trancas. Otra cosa es que evaluemos cómo podría afectar una mayor tasa de inflación a los rendimientos nominales de las diferentes clases de activos, si creemos que algunos (como las inversiones inmobiliarias o bursátiles, por ejemplo) estarán en mejores condiciones para crecer a su ritmo o no muy por detrás y con ello mantener o reducir en menor grado sus rendimientos reales. Cuestión ésta no tan sencilla de dilucidar como algunos pretenden. Dependerá de sus valoraciones de partida (¿cómo lo está llevando por ejemplo Seilern, a pesar del pricing power que nos decían?) y del entorno macroeconómico (y político, véanse las limitaciones a los alquileres, por ejemplo) en que nos encontremos. Si entramos en la tan temida estanflación 100% invertidos en bolsa, habremos hecho un pan como unas tortas (ejemplo: años 70 del siglo pasado). Sí, los depósitos bancarios y fondos monetarios perdían agua con la inflación, pero lo de la bolsa era una catarata.
Por último
No tengo ganas de marcha ningunas, estoy harta de tener que mirar que si el oro que si la renta variable que si el growth que si el value
Choca esos cinco. Por eso yo he venido podando y podando la cartera (y sujetándola a reglas preestablecidas) y a ello me refería cuando hablaba de mi pereza a la hora de incorporar el monetario CHF. Aunque soy consciente de que con ello puedo perderme oportunidades, pero también quebraderos de cabeza. Indolente que se va volviendo uno con la edad.
P.D: Si decías que tu tocho era largo, aquí te lo devuelvo doblado. Como se dice en el mus, “envido más”. :)