A mí también me han "pitado los oídos", cuando he leído lo de
"desertores del arado". He echado en falta también la mención
a los "desertores del trillo".
Sin siquiera hacer notar, que como dices no fueron deserciones
voluntarias, sino que fueron "desertados", por tractores y cosecha-
doras
Lo demás, fue lo de menos....Conocí el caso de algún herrador, que
pasó de herrar animales, a apretar tuercas a artefactos de cuatro
ruedas, de un día para otro, y tan feliz. Y sus hijos, dos médicos y un
ingeniero.
Saludos.