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Re: El Bar de los Pufforeros. Inversión de la A a la Z: Fondos, ETF, planes de pensiones, acciones, metales preciosos...
Entiendo su tesis, es, abramos el grifo del crédito para desarrollar tropecientos proyectos empresariales, los cuales, sabemos de antemano, que ante una oferta finita de medios de intercambio, muchos de ellos no serán demandados rentablemente en base a la ley de preferencia marginal con oferta finita de moneda. No obstante, necesitamos tener una gran oferta de bienes y servicios, para que en un momento dado, decidamos cortar el crédito y desechar proyectos empresariales menos preferentes. Algo así como generar un buffet libre, con alimentos de todo tipo y pelaje, y en un momento dado decir que nos vamos a tirar una semana sin comer y obligar a elegir los platos verdaderamente valiosos. Se entiende que tal eclosión de crédito es necesaria para generar innovación económica, gran surtido de alimentos en la analogía del buffet, y que de otra manera no sería posible generar con el único coste de haber destinado medios a fines no valiosos.
Sin embargo, esto tiene consecuencias terribles dependiendo de la estructura económica del país, pues creo que no considera las expectativas de los agentes económicos en cuanto a preservar riqueza, ni tampoco la variabilidad de la estructura temporal de producción de los diversos proyectos empresariales. Un ejemplo claro es que la estructura productiva de nuestro país es incapaz de destinar el crédito a actividades empresariales competitivas a nivel global distintas del sector inmobiliario local pues lo ciclos pueden llegar a ser muy cortos como para generar el capital humano o la perspicacia empresarial necesaria. Lo que esta produciendo un consumo de territorio enorme con una degradación de entornos y ecosistemas naturales.
El argumento que se suele aportar para defender sus tesis es que la deflación que se desarrolla a cantidad de moneda finita incentiva la tenencia de moneda por parte de los agentes y por tanto el bloqueo o estancamiento secular de la economía, pues no se movilizan los recursos para generar bienes y servicios que mejoren la calidad de vida de las personas. Se argumenta sobre el episodio de patrón oro de los años 20 y la aparición de las ideas Keynesianas para intentar salir del atolladero. Sin embargo este argumento puede ser desmontado sabiendo que la preferencia temporal de los agentes aumenta con la edad, es decir, conforme nos hacemos mayores preferimos antes consumir hoy que mañana, lo que provoca que el dinero vuelva a la economía. Por lo tanto en una escala temporal de humanidad, pongamos 500 años el dinero estaría en constante movimiento desde los mayores que devuelven la moneda a la economía y los jóvenes que la atesoran.
Sin embargo, esto tiene consecuencias terribles dependiendo de la estructura económica del país, pues creo que no considera las expectativas de los agentes económicos en cuanto a preservar riqueza, ni tampoco la variabilidad de la estructura temporal de producción de los diversos proyectos empresariales. Un ejemplo claro es que la estructura productiva de nuestro país es incapaz de destinar el crédito a actividades empresariales competitivas a nivel global distintas del sector inmobiliario local pues lo ciclos pueden llegar a ser muy cortos como para generar el capital humano o la perspicacia empresarial necesaria. Lo que esta produciendo un consumo de territorio enorme con una degradación de entornos y ecosistemas naturales.
El argumento que se suele aportar para defender sus tesis es que la deflación que se desarrolla a cantidad de moneda finita incentiva la tenencia de moneda por parte de los agentes y por tanto el bloqueo o estancamiento secular de la economía, pues no se movilizan los recursos para generar bienes y servicios que mejoren la calidad de vida de las personas. Se argumenta sobre el episodio de patrón oro de los años 20 y la aparición de las ideas Keynesianas para intentar salir del atolladero. Sin embargo este argumento puede ser desmontado sabiendo que la preferencia temporal de los agentes aumenta con la edad, es decir, conforme nos hacemos mayores preferimos antes consumir hoy que mañana, lo que provoca que el dinero vuelva a la economía. Por lo tanto en una escala temporal de humanidad, pongamos 500 años el dinero estaría en constante movimiento desde los mayores que devuelven la moneda a la economía y los jóvenes que la atesoran.