Fíjate qué paradoja: invertimos en renta variable porque estamos convencidos de que, a largo plazo, siempre sube, aunque solo sea por la inflación. Esto implica que buena parte del tiempo estará "en máximos históricos" o alrededores. Sin embargo, nos ponemos nerviosos porque se habla de máximos históricos y nos planteamos vender. ¿Es o no es paradójico?
Este sesgo psicológico, el terror a la pérdida, unido al cortoplacismo en nuestras miras, lleva a la inmensa mayoría de inversores a tener rendimientos menores que los fondos en los que invierten, por ese continuo entrar y salir del mercado intentando acertar con "el buen momento".
Aprovecho para difundir lo que ha dado en llamarse las "Reglas de Mormont", sabiendo que clamo en el desierto. Pero, bueno, habrá que continuar como el sembrador de Marcos 4, 1-20.
Para una inversión a largo plazo:
1. Olvídate de "el mejor momento". Eso no existe. El mejor día para invertir fue ayer, como no se puede, hoy. El market timing es una imposibilidad, quien te lo venda no vela por tus intereses.
2. El promediar la entrada (cuando se tiene disponible una cantidad de dinero para invertir, se entiende) sirve solo como calmante psicológico, pero no es racional. Se invierte de golpe. Tiempo en el mercado.
3. La correlación entre la macroeconomía y los mercados es bajísima. No programes tus inversiones en función de ella (quien te la venda, etc., etc.). Esto significa que la inversión por países, ojo a esto, de domicilio de las empresas, por sectores o por capitalizaciones, que en última instancia se basan en la macro, o invertir en función de lo que vaya a hacer un banco central, son irracionales.
4. El futuro no es cognoscible y lo que funcionó en el pasado no tiene por qué funcionar en el futuro. Ante esta ignorancia fundamental, el mejor contrapeso es la diversificación con criterio.
5. Lo único que conocemos a ciencia cierta son los costes, cuanto menores, mejores. Actuemos en consecuencia.
6. Batir al mercado, si no imposible, es extremadamente difícil. Y detectar a quien pueda hacerlo en el futuro, igual. Lo racional es, por tanto, indexarse al menor coste posible.
7. A largo plazo, los fondos indexados de bonos no tienen sentido. A corto plazo, los fondos indexados de bonos no tienen sentido. Los fondos indexados de bonos solo sirven para especular y como calmante psicológico. Para la inmensa mayoría de inversores son solo una fuente de costes de oportunidad.
8. No entres y salgas del mercado, olvídate del ruido y las modas.
9. La inversión activa solo tiene sentido si es realmente activa, basada en fundamentales (bottom-up) y concentrada en pocas ideas, sabiendo que en la inmensa mayoría de los casos fracasará. Una cartera diversificada de fondos de gestión activa es solamente un despilfarro de dinero.