Para que uno sea víctima de una estafa sólo se necesitan dos características:
1) Ser un poco tonto (un porcentaje NO pequeño de la población cumple este requisito de forma holgada 🤪)
2) Que se cumpla la condición anterior y que, además, uno sea también bastante ambicioso/imprudente
Pero, veámoslo también desde la perspectiva opuesta: ¿Qué se debería preguntar alguien mínimamente inteligente (y, por tanto, con una ambición razonablemente refrenada) frente a cualquier oferta de inversión que llegara a sus oídos?
Pues, bien, en mi opinión, se debería de preguntar algo así como:
¿Hay algo en la oferta de inversión que he recibido QUE ME IMPIDA PENSAR que pueda tratarse de una potencial ESTAFA de las miles que circulan hoy por la red (POR MUY PEQUEÑA QUE FUERA ESA POSIBILIDAD)?
En caso de que NO pueda descartar esa posibilidad de estafa (POR MUY PEQUEÑA QUE FUERA ESA POSIBILIDAD, insisto) con una seguridad absoluta, lo inteligente es, simplemente, olvidarse del asunto…
En resumen, lo INTELIGENTE es siempre dar por sentado, por defecto, que lo que nos ofertan es una estafa salvo QUE SE DEMUESTRE, con claridad meridiana, LO CONTRARIO.
No digamos ya si, encima, nos ofertan algo supuestamente muy rentable y con rendimientos supuestamente seguros (dos características que, por definición, son precisamente el ADN de cualquier oferta de estafa… 😨)
En cualquier caso, como el mundo está lleno de estafadores y, también, lleno de tontos pletóricos de ambición…. las estafas crecen, desgraciadamente, como setas…
Termino.
En el caso de que uno sea tonto y ambicioso (y por tanto potencial "carne de estafa", como ya he señalado) también podría, quizás, salvarle de ser estafado la lectura del folleto que edita la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para intentar que los ciudadanos NO sean presa de los chiringuitos financieros. Sé que empiezo a estar pesado con el folleto de los "cojines" pero lo voy a volver a dejar enlazado también aquí por si ayudara:
Saludos
Posdata: Que nadie se moleste porque haya utilizado el sustantivo “tonto”. No pretendo insultar a nadie (lo digo de corazón). Lo uso sólo para imprimir tensión emocional al texto con la esperanza de que aumente la probabilidad de captar la atención de potenciales víctimas. Pido disculpas, de todas formas, anticipadamente si alguien se sintiera ofendido.