Pimco y la crisis europea
Pimco y la crisis de la deuda europea
Según la presentación que equipo de Pimco ha realizado en Madrid los problemas mundiales son graves y requieren una determinación política clara para su subsanación.
La economía estadounidense está débil con un ojo en el año electoral; Europa es incapaz de implantar soluciones rápidas y claras mientras los mercados emergentes están preocupados más por la inflación que por el crecimiento. Hoy en día como nunca la política condiciona las decisiones de inversión.
Ante las incertidumbres, apuesta por una mayor disciplina en la construcción de las carteras, como mejor alternativa para posicionarse frente a la crisis, aumentando la liquidez y posicionándose en activos sólidos incrementando la duración en bonos de países como Australia, México, Alemania y, en algunos casos, el Tesoro de EEUU. En el momento actual, también reducen ligeramente el riesgo divisa. Y en caso de que la situación se deteriore, aconseja reducir el riesgo de crédito para evitar alguna sorpresa y estar preparado para los cisnes negros.
La crisis de la deuda europea esconde crisis bien diferentes
En su opinión, la crisis de 2008 y 2009 golpeó de forma estructural a las cuentas públicas de los países industrializados.
En Grecia se debió a una mala gestión de un sector público anticuado;
en España e Irlanda, a la crisis bancaria y al boom inmobiliario,
en Portugal e Italia, a un crecimiento débil.
La unión monetaria tal como está concebida lleva a una mala asignación de los capitales y a desequilibrios externos cuya sola forma de equilibrio es la devaluación interna y la recesión.
Grecia, Irlanda y Portugal se enfrentarán a una probable reestructuración de la deuda, mientras que España e Italia podrán ser solventes si logran superar la actual crisis de liquidez que sufren.
En caso de eurobonos el tipo medio sería del 4% lo que encarecería sensiblemente el coste de la deuda y restaría un 1% al crecimiento alemán.
La eurozona en materia de consolidación fiscal ni USA ni Inglaterra, ya que falta un prestatario de último recurso bien sea el BCE o el eurobono.
Pimco analiza cuatro escenarios diferentes para la salida de la crisis evaluando los riesgos y ventajas sin descartar ni evaluar las posibilidades que tienen cada uno.
Los modelos pueden ser diferentes: los eurobonos, que cubran entre un 40% y un 60% de la deuda de los gobiernos; convertir el Fondo de Estabilidad Financiera (EFSF) en un banco, o convertir el EFSF en un euro TARP como el estadounidense para recapitalizar los bancos. Pero considera que el BCE puede hacer de puente para alcanzar esta armonización fiscal. Porque si no se consigue, se puede producir una fragmentación de la unión monetaria en Europa o, incluso, arrastrar al default a Italia o España.
En su fondo global los activos están sobreponderados principalmente en monedas de países emergentes, y largos en duración y ligeramente infraponderados en acciones e inmuebles.
Recordaros que Pimco ha cambiado varias veces de opinión en relación a la deuda europea aunque critica constantemente al gobierno americano ha incrementado su posición en hipoteca de bonos basura y subprime esperando que el gobierno compre sus activos y de esta forma obtener una rentabilidad extra.