A tiempo es muy dificil.
Por lo que yo he visto: el moroso ocasional, al menos da la cara, contesta al teléfono, viene a verte y le ves preocupado (o al menos lo finje bien).
El morroso: si te llama es para quejarse de que le ha llegado un burofax, si le llamas tu siempres está reunido y nunca devuelve la llamada, etc, etc.
Y luego tiene los santos cojones de reclamarte los intereses de demora y que le mandes DETALLADO el importe de los gastos de devolución del pagaré, las comisiones aplicadas y la factura de asesoria jurídica por que su abogado quiere verla y asesorarse para ver si está conforme con el pago.
Luego se extraña la gente que se pidan avales y garantias para las operaciones...
En mi caso, pasamos de tener descubiertos hasta que llegaba la nómina o la extra a dedicar el 70% del tiempo a hacer llamadas, preparar informes, darle vueltas a la cabeza para renegociar o refinanciar...y eso que estaba en una oficina no muy grande.
En fin, cada época tiene lo suyo.
Saludos