Léase esto otra vez, por favor:
«««« Pfffff, qué miedo señores, un banquero enfadado es capaz de cualquier cosa… atentos a las noticias de los próximos días:
-Banquero regalaba bolis que no pintaban a sus clientes
-Pensionista obligado a actualizar la libreta en el cajero por banquero desalmado
-Banquero usaba la vajilla promocional para comer y la empaquetaba de nuevo, sin lavarla, para dársela a los clientes
Ojito. »»»»
[fuente: Cajero Jefe, insigne forero de Burbuja info]
Esa es la idea de lo que un empleado de banca puede llegar a hacerle a alguien sencillo y corriente que vive dentro des sus posiblidades.
Supone usted muy mal: todavía quedan señores y señoras que carecen de esa adicción compulsiva al crédito, a los seguros, etcétera... que todos los banquitos y cajitas de ahorro han contribuido a fomentar. Mi caso particular (y otros que conozco de primera mano): Tarjetas de crédito, ninguna. Ni créditos al consumo, ni pólizas. El coche, se paga a tocateja y si no no hay coche, etc... Por lo general es más rentable prestar que pedir prestado. Yo prefiero prestar, cuando, como y a quien me interesa.
No se equivoque, sr, como tantos otros, yo también sé negociar, duro pero justo. No sabe usted cuánto se puede llegar a disfrutar con el ritual, porque puedo y porque quiero. Siempre con exquisita educación, faltaría mas, que para eso solo es vil metal.
Y a mí sí me tiembla el pulso, de indignación cuando veo lo que algunos bancarios son capaces de hacer por su AVARICIA y/o prepotencia. Aún recuerdo los términos de la conversación que mantuvo una agente del departamento de cobros de Caja Madrid y Monte de Piedad con una anciana honrada y enferma que no podía pagar toda la letra de su hipoteca. Y más cosas presenciadas que le ponen a uno de muy mala sangre.
No se ofenda, pero permítame decirle que no he podido menos que sonreir al leerle, Jexs71:
«También es cierto que cuando cierro una operación me quedo bastante contento por haber alcanzado mi objetivo y pensando que alguien puede satisfacer una necesidad X con el dinero que le prestamos. ¿Infantil? Tal vez.»
Sí, "infantil" es la palabra que acertadamente ha elegido usted para definirlo, porque NO CUELA.
Demagogia: Si al tendero se le acaban sus patatas, no pasa nada. Si el tendero no me devuelve ipso facto las patatas que yo le presté para que me guardara, el tendero tiene un problema.
Lo mismo ocurre con el desafortunado ejemplo que puso usted de los tomates, al inicio del hilo. En su momento lo obvié por caridad cristiana, pero ahora creo que debo señalárselo también, sin acritud: No procede que un cliente sepa a qué precio compra el tendero los tomates a su proveedor, ni qué plusvalía obtiene. El cliente de frutas y hortalizas generalmente no fabrica tomates -no es proveedor-, sólo los compra y luego se los come. Sin embargo, si yo le presto mi dinero y usted lo presta a su vez... yo necesito saber qué hacen con él, quiénes son, su fiabilidad, de qué partido son sus VERDADEROS JEFES, etc..., ya me entiende (¿le suena la Cajita de Castilla la Mancha?). ¿Vé como la demagogia no pasa desapercibida?
Resulta cansino los reiterados lloros de los chicos de la banca por el "excesivo control" de que son objeto. Pero si da igual, las cuentas se falsean y asunto arreglado. ¿Acaso no es maquillaje lo que llevan haciendo las cajitas estos 2 últimos ejercicios? Más control es lo que le hace falta a esta banca.
Y para qué hablar de las calificaciones AAA, BBB etc... Eso, a día de hoy, tiene la credibilidad del Dioni cuando decía "no sé donde está el dinero".
Permítame señalarle otra cuestión: su concepto del ridículo cambiará el día que un cliente le busque las vueltas en público porque no le da usted su dinero; constatará cómo por lo general la gente -policía incluída- siente poca simpatía por el género bancario. Generalizar es malo, pero qué se le va a hacer, los humanos somos así.
Y si el cliente, encima, conoce la ley, lo que el BdE dice de ciertas prácticas bancarias, hacer el ridículo no será su mayor problema. Se lo digo porque en su día disfruté del espectáculo y del cachondeo (fuerzas del orden público incluídos). Le pagaron. Hubo aplausos y hurras.
La cara del director de la oficina era un poema, parecía un tomate de esos que a usted tanto le gusta sacar a colación cuando desea ilustrar algo.
Y dice usted:
«Cuando te canses de dar vuelts, irás al banco donde tienes la hipoteca "sin cuenta asociada" y a ver que les cuentas entonces para convencerles.»
¿En serio? Discrepo. Desafortunadamente algo habitual para los clientes de bancos es soportar -en plena siesta- continuas llamadas de sus comerciales ofreciendo cuentas, contratar tarjetas, etc... Y para qué hablar de cuando cancelas un depósito. No hace falta gastar zapatos para buscar, estos zagales siempre están dispuestos a facilitarte las cosas. En mi caso -como en otros tantos- la amable respuesta es y será siempre "NO, GRACIAS, NO LO NECESITO (NO LES NECESITO)". ¿A qué viene tanto interés?
Además, cuando el cliente necesita algo dispone de Internet, el correo electrónico ("Internet es tu amiga") y el teléfono. Normalmente, antes de mover ficha cuando tengo algo pensado, primero contacto por mail y/o teléfono. La oficina, si procede, se visita a posteriori si compensa. La mayoría de mis conocidos operan también así.
Por otro lado, conociendo la normativa, al igual que no es necesaria una cuenta corriente en el banco con el que se contrata la hipoteca, también es cierto que en caso de que dicha cuenta corriente exista y sólo se utilice para los cargos de la hipoteca, jamás se podrán cobrar comisiones de mantenimiento. Conozco la normativa, y mi cajita de ahorros lo pudo comprobar por primera vez en un incidente relacionado precisamente con esto. Como los caballeros-truhanes que han demostrado ser, el trato sigue siendo exquisito.
Así que, puedes tener una cuenta bancaria que, según ellos, les genera unos gastos pero no te los pueden cobrar. Tampoco pierden demasiado, tienes una hipoteca con ellos y les pagas intereses, ¿qué mas quieren?
[En realidad sí quieren algo de tí, que te endeudes más (si saben que estás en disposición de hacerlo de la manera en que les compensa), que no amortices de la forma en que lo haces habitualmente, que les compres sus preferentes y ruinas perpetuas, etc...]
Si al cliente no le apetece pagar 20 céntimos de gastos de correo por el recibo de la hipoteca, no hay problema. Hay formas de no pagar eso tampoco, pero eso formará parte de otra historia, otro día.
Ser una "rémora en la cuenta de resultados de la oficina" indica que has hecho bien tu trabajo como cliente. La premisa es, ante la duda, elige lo que menos beneficie al banco, seguro que aciertas.
Con lo que se ahorra uno haciendo ganar menos a la banca, bien pudiera comprarse un Seat Exeo o un A4, excelente coches ambos.
Buenas noches y buena suerte. Agur.