#9811
Re: Inminente explosión segunda burbuja 2021-2022 - vivienda
Le doy mi opinión, tan posiblemente equivocada como cualquier otra.
En el centro o zonas buenas de Madrid, yo me olvidaría de bajadas significativas. Por múltiples razones, pero la más fenoménica y empíricamente constatable es que en los últimos cincuenta años, aproximadamente, sólo han bajado de modo significativo una vez, en virtud de lo cual es país estuvo al borde de la quiebra y millones de familias al borde de la ruina. Antes de que eso sucediera, alguien, con buen criterio, decidió que no, que "Whatever it takes", que hay cosas con las que no se juega y que, como decía la Sybilla en La Eneida, "Fácil es descender al infierno, pero salir de ahí es otra cosa". No se volverá a bajar a los infiernos, al menos de aquel modo y siempre que sea evitable.
Respecto a sus dos opciones, yo haría, sin la más mínima duda, la segunda. Si está a gusto en su vivienda, "mejorar" no tiene sentido, porque lo que eso parece a priori suele terminar en un "empeorar" porque demasiadas cosas no podemos controlar aunque tengamos la sensación de que sí. Yo, en cuanto a mi vivienda habitual, mejoré empeorando, después de haber empeorado mejorando. Si está cómodo en su vivienda, en su barrio, con sus vecinos, tiene usted un tesoro inédito. No caiga, pues, en la osadía de intentar adivinar cómo estaría en otro lugar, porque le estará pidiendo a gritos a la realidad que se lo muestre: probablemente peor, por una sola de las mil razones posibles que existen. Acerca del hecho de sobreendeudarse para hacerlo puede hacer que el chiste negro se cuente solo.
Si quiere invertir, hágalo. Vivirá igual de bien que hasta ahora, aumentará patrimonio -pero compre bien y bueno, claro, aunque pequeño-, y tendrá unos ingresos pasivos que le harán acercarse a ver la vida desde la orilla de la libertad, poco frecuentada por el común de los mortales.
En el centro o zonas buenas de Madrid, yo me olvidaría de bajadas significativas. Por múltiples razones, pero la más fenoménica y empíricamente constatable es que en los últimos cincuenta años, aproximadamente, sólo han bajado de modo significativo una vez, en virtud de lo cual es país estuvo al borde de la quiebra y millones de familias al borde de la ruina. Antes de que eso sucediera, alguien, con buen criterio, decidió que no, que "Whatever it takes", que hay cosas con las que no se juega y que, como decía la Sybilla en La Eneida, "Fácil es descender al infierno, pero salir de ahí es otra cosa". No se volverá a bajar a los infiernos, al menos de aquel modo y siempre que sea evitable.
Respecto a sus dos opciones, yo haría, sin la más mínima duda, la segunda. Si está a gusto en su vivienda, "mejorar" no tiene sentido, porque lo que eso parece a priori suele terminar en un "empeorar" porque demasiadas cosas no podemos controlar aunque tengamos la sensación de que sí. Yo, en cuanto a mi vivienda habitual, mejoré empeorando, después de haber empeorado mejorando. Si está cómodo en su vivienda, en su barrio, con sus vecinos, tiene usted un tesoro inédito. No caiga, pues, en la osadía de intentar adivinar cómo estaría en otro lugar, porque le estará pidiendo a gritos a la realidad que se lo muestre: probablemente peor, por una sola de las mil razones posibles que existen. Acerca del hecho de sobreendeudarse para hacerlo puede hacer que el chiste negro se cuente solo.
Si quiere invertir, hágalo. Vivirá igual de bien que hasta ahora, aumentará patrimonio -pero compre bien y bueno, claro, aunque pequeño-, y tendrá unos ingresos pasivos que le harán acercarse a ver la vida desde la orilla de la libertad, poco frecuentada por el común de los mortales.