Ja ja, si cuando yo digo las cosas es por algo...
A ver, ya he comentado alguna vez que tengo 5 carreras, 4 patentes, 1 doctorado y 23 artículos en revistas internacionales. Entre tan vasto conocimiento incluyo el mundo houso y civil, es decir, que yo tengo capacidad legal para firmar proyectos de ese tipo. Y por ello, porque compartí ciertos años y clases con ciertos compañeros de actitud mandriloide, no le daría la mantecada de billetes que piden por este tipo de inversiones (housos) porque sé de lo que son capaces, mejor dicho, de lo que no son capaces...
El ladrillo no vale ni la mitad de lo que cobran: es un gran tocomocho.
PD: me gustaría ver la cara del típico inversor en ladrillo cuando se ha enterado que eso que compró para alquilar se ha derrumbado