Este es otro de los motivos que van a impedir caídas importantes en el precio de la vivienda. Las bajadas de impuestos y las desgravaciones hacen que la gente tenga más dinero en el bolsillo, y por tanto que estén dispuestos a gastar más en todo y en particular en vivienda. Solo hay que ver el efecto que tuvo en los precios la anterior desgravación por compra de vivienda, hasta que Bruselas se puso seria y obligó a quitarla.
También hay que tener en cuenta la mayor confianza económica y empresarial que generan los nuevos gobiernos autonómicos del PP, y el más que previsible nuevo gobierno que habrá a partir de julio. Si además añadimos la vinculación histótrica que siempre ha tenido la derecha con el sector de la construcción, elaborado leyes ad hoc para beneficio del sector como la ley del suelo de 1998 que supuso el gran catalizador de la burbuja, me temo que las pocas posibilidades de un desplome de precios han pasado a ser directamente nulas.
Donde sí que pueden bajar los precios es en el alquiler, que buena falta hace, si realmente comienzan a aprobarse leyes que protejan a los propietarios en lugar de proteger a los jetas y a las mafias okupas.