Estoy de acuerdo con tu análisis, pero mi experiencia vital es un poco diferente y quizá por eso soy menos tolerante con el conformismo y más crítico con la pereza y el acomodamiento de las nuevas generaciones, por lo menos con los quejicas. El hecho de que hoy en día se prefiera tener pocos hijos (uno, vamos) que vivan bien y cómodamente no es sólo un problema externo provocado por el capitalismo inmobiliario, porque, con mucho sacrificio y para el que quiera (porque partimos de la base que estamos hablando de parejas que quieren tener hijos "pero las circunstancias se lo impiden") se pueden renunciar a muchas comodidades antes superfluas (tú citas varias) y apretarse el cinturón.
Mi experiencia personal es la de unos padres ambos trabajadores (no de cuello blanco precisamente) hace 60 años, que han tenido 8 hijos, todos universitarios, que han vivido apiñados como ya explicaba (y en un piso, no una casa con patio) sin calefacción, sin coche nuevo (creo que el R12 duró unos 20 años, casi tanto como la tele), con ropa de quita y pon (gran parte hecha a mano después del trabajo y toda heredable), libros de prestado, sin guardería, ni cochecitos (mis hermanos sin pañales, claro), ni ordenador, ni consolas, ni video, ni Hi-Fi, ni aire acondicionado, ni lavavajillas (al principio ni lavadora), ni mil juguetes, ni mil pijadas.
Es posible que hoy a mi familia se nos considerara pobres, pero yo no lo veo así; jamás me faltó techo, ropa y cinco comidas al día, los estudios becados (esa fue la única percepción que tuve de una mano oscura que manejara mi vida desde las alturas) lujos ninguno, pero, quizá gracias a que soy el pequeño, valoro el haber nacido y tener la oportunidad de vivir a pesar de la infancia modesta (yo nunca me ví a mi mismo como pobre) y sigo pensando que efectivamente la "eugenesia" es fruto del signo de la evolución de la sociedad, pero evolución "mental". Los tiempos han cambiado y hoy no se sacrifica nadie.
Calculando cuanto es el coste por hijo, te puedo asegurar que una pareja joven de hoy en día tiene bastante más renta disponible que mis padres, pongamos que después de nacer los cinco primeros hijos. Y aún así tuvieron tres más. Otra cosa es a qué están dispuestos a renunciar nuestros jóvenes para sobrevivir.
Y lo triste es que a lo primero a lo que están dispuestos a renunciar es a sus hijos.